martes, 31 de marzo de 2009

LA VIEJA IMAGEN DE RAJOY


Félix Población

Es lo que me pareció ayer en los pocos minutos que soporté ese programa de tan poco alcance noticioso, plano y retórico, como es Tengo una pregunta para usted. Por más que traten de promocionarlo desde RTVE, creo que la estructura de ese espacio televisivo, sin posibilidad de más alternativa que la formulación de cuestiones y réplicas que dejan al margen el más mínimo debate, es especialmente tediosa cuando el protagonista es un político. Como ayer se demostró, casi todo lo que se le preguntó al señor Rajoy era tan manido como las respuestas de don Mariano, lo cual, con casi dos horas de duración, hizo de Tengo una pregunta para usted un programa especialmente soporífero.

Por eso, en vista del poco interés que me deparó el contenido de preguntas y contestaciones, mi observación se centró en la actitud del líder del Partido Popular. Debo admitir, en principio, que el señor Rajoy me parece un político mucho más respetable que quienes ocupan o han ocupado puestos de relevancia en su partido. Con esto quiero decir que entre don Mariano y la lideresa Aguirre o el señor Aznar, por centrarnos en algunos de los más caracterizados, median diferencias que favorecen claramente el primero, al que considero humana e intelectualmente más cualificado.

Pero eso en política no es lo que cuenta, como está sobradamente demostrado y creo que se demostrará una vez más en el caso del señor Rajoy. Estimo que aunque fuera muy brillante la ejecutoria de don Mariano en esta legislatura -algo que ayer ante los espectadores no fue tangible-, y pese a las adversas circunstancias económicas con las que ha de enfrentarse el Gobierno, al día de hoy y siempre que no se dé una catastrófica gestión de la vigente crisis por parte del ejecutivo, el Partido Popular no dispone del líder capaz de sustituir a ZP en La Moncloa.

Eso es así porque la imagen de don Mariano está gastada, pese a su voluntariosa y encomiable combatividad en la arena política y en medio de tantos incordios como los que afectan a su propio partido. El desgaste y envejecimiento de esa imagen se lo labró el señor Rajoy durante la pasada y airada legislatura, cuando el Partido Popular, más que a un porvenir constructivo, se avino a la herencia y a los herederos anznariegos e hizo el juego a los confabuladores mediáticos para desgastar al Gobierno desde posicionamientos propios de una derecha cerril.

Es muy difícil reparar lo que aquellos posos ultramontanos dejaron en la memoria de la ciudadanía durante esos años. Sobre todo si se mantiene la imagen de quien lideró al PP la pasada legislatura. Asociada a ese recuerdo, la de Rajoy es por eso una imagen vieja y poco estimulante, con escasas posibilidades de ganar unas próximas elecciones. Sólo sería posible eso si se diera lo que por otro lado no es nuevo ni nos sorprendería mucho, tal como van las cosas: que el Gobierno se suicidara, como le ocurrió a González en 1996 y al señor Aznar en 2004.

RedDIARIO
Un millón de espectadores menos que el Presidente del Gobierno en el mismo programa, cifra similar a la diferencia de votos entre uno y otro en las elecciones generales de 2008.

2 comentarios:

R dijo...

Esa imagen fue labrada cuando su partido y medios afines quisieron meter a ETA en los atentados del 11-M. Ayer dijo Rajoy que no creía en eso. Un poco tarde y a destiempo porque más que renovarle la imagen se la envejece todavía más.

Anónimo dijo...

A mi lo que me parece que desentona en sí es la imagen, la pura imagen de ZP, los líderes deben rejuvenecerse al menos cada ocho años, no se puede aspirar con el historial de Rajoy a presentarse otra vez como candidato a La Moclosa. A ZP también le va a pasar lo mismo si no se reira antes.

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