martes, 24 de marzo de 2009

CHACÓN METE LA PATA


Félix Población

Ya en su día, cuando ZP decidió pasar a Carme Chacón del Ministerio de Vivienda a Defensa, me pareció un afeite de imagen destinado a promocionar las responsabilidades de la mujer en el Gobierno, muy similar al que promovió con la joven Bibiana Aído al frente del nuevo departamento de Igualdad. Llegó doña Carme a su nuevo destino embarazada, lo cual añadió mayor prestancia femenina y feminista a su nombramiento.

De entonces a hoy han sido bastante insistentes los rumores que apuntaban la posibilidad de que la señora Chacón, con una gestión acertada al frente de su cargo, fuera en un futuro más o menos próximo la sucesora de Zapatero como candidata a la Presidencia del Gobierno en unas elecciones generales. Debo confesar que esa posibilidad siempre me pareció desproporcionada -a menos que no haya otras alternativas-, por más que estime llegado ya el momento de que una mujer aspire por fin a La Moncloa.

Dice hoy un comentarista en el diario El País que con el nombramiento de Chacón (mujer, pacifista, catalanista y embarazada), Zapatero intentó una aproximación a la encarnación del término soft power, debido a Joseph Nye, autor en 2004 de Soft Power: The Means to Success in World Politics, que trata de la habilidad política para obtener lo que se desea a través de la seducción, y no de la coacción.

Pero en política, y mucho más en política exterior, sobre todo cuando se es titular de una cartera tan poco dada a vivir de la imagen como es la de Defensa, los recursos fáciles tendentes a favorecer lo resultona que es la señora ministra se pueden pagar caros. Doña Carme fue a Kosovo y comunicó a nuestras tropas que ya era hora de volver a casa, previa consulta secreta del mensaje con el Presidente del Gobierno.

Era algo que entraba dentro de lo previsible desde que España no reconoció la independencia de Kosovo, pero hacerlo tan de improviso y tan a la ligera, sin guardar sobre todo las mínimas formas con nuestros aliados, no era lo más indicado para preservar las expectantes buenas relaciones con Obama, tal como se venían perfilando hasta la fecha.

Mucho me temo que este desliz de Carme Chacón, respaldado por ZP, deja a la ministra en muy mal lugar para aspirar a responsabilidades más altas, entre las que posiblemente pudiese estar la de sustituir a Fernández de la Vega en la vicepresidencia primera, caso de que se lleve a cabo una próxima remodelación en el Gobierno. ¿Seguiría Chacón en Defensa en este caso? Me temo que no. Su imagen se ha devaluado por exceso de celo en hacerla seductora.

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