martes, 10 de febrero de 2009

ELUANA ENGLARO, PALESTINA Y EL POCO RESPETO DEL EJECUTIVO AL PODER JUDICIAL


Félix Población

El espectáculo podría haber sido aún más bochornoso y lamentable de no haber tenido finalmente, y después tantos años de espera, el pronto final que ayer muchos celebramos. La carrera contrarreloj del Gobierno y la Curia para torear a la Constitución pedaleaba de forma irreparable hacia el esperpento, escribe hoy el corresponsal del diario El País en Roma. Por suerte, Eluana Englaro dejó de respirar antes de que la chapucería y la urgencia aprobaran una ley que pretendía prolongar sus 17 años de vida vegetativa, sobre la que ella misma había acordado su término, según testamento verbal avalado por el Tribunal Supremo de Italia.

Berlusconi no ha tenido reparos en utilizar sus poderes de jefe del Ejecutivo para poner en riesgo el Estado de derecho, burlarse del Tribunal Supremo boicoteando su sentencia inapelable sobre el caso, y presionar y amedrentar a las clínicas y médicos dispuestos a cumplirla, afirma hoy en un editorial el diario El País. Lo más grave, según este periódico, y como más clara evidencia de la catadura moral de Il Cavaliere, es que Berlusconi se ha mostrado dispuesto a sacrificar los derechos de Eluana, defendidos por sus padres con las armas de la ley y el derecho, en el altar de una ideología y moral determinadas -las suyas y las del Vaticano-, que intenta imponer al Estado contra las leyes del Estado mismo.

Sobre esta misma cuestión se manifiestan hoy en un artículo que podemos leer en el diario Público los médicos del Hospital Severo Ochoa de Leganés Fernando Soler y Luis Montes, para quienes lo ocurrido en Italia debe ponernos en máxima alerta: No sólo no estamos a salvo de fundamentalismos a cargo de la jerarquía religiosa –en nuestro caso, la católica, con su máximo Pontífice a la cabeza–, sino incluso de dirigentes democráticamente elegidos, pero dispuestos a ponerse por montera la ley y las decisiones judiciales inapelables en un ejercicio de cinismo que produce náuseas.O los ciudadanos nos movilizamos y exigimos a nuestros representantes políticos las leyes que verdaderamente garanticen el respeto a nuestras decisiones libres y a nuestra autonomía personal –leyes que impidan la intromisión en ellas de cualquier iluminado autoinvestido de un poder sobre nuestras vidas que nadie le otorgó–, o habremos renunciado a nuestra dignidad de personas.

Hay todavía una reflexión más en la prensa de hoy, en relación con el caso de Eluana Englaro, que considero digna de interés, y es la que suscribe el magistrado Pablo Surroca Casas en una carta publicada en el diario El País bajo el título Eluana y Palestina, pues aunque parezca que se trata de cuestiones muy distantes y distintas, tienen un denominador común de suma relevancia y no poco riesgo para la sustentación de un Estado democrático que se precie:

En Italia, el Gobierno conservador de Silvio Berlusconi ha dictado un decreto urgente cuyo objeto es evitar que se cumpla la resolución judicial que permite dejar morir en paz a Eluana Englaro, en coma desde hace 17 años. En España, el Gobierno progresista de José Luis Rodríguez Zapatero se ha manifestado favorable a modificar la norma legal que consagra el principio de justicia universal y permite investigar en nuestro país delitos contra la humanidad cometidos más allá de nuestras fronteras. La causa: los problemas diplomáticos con Israel a consecuencia de la apertura de una investigación judicial en la Audiencia Nacional acerca de hechos presuntamente delictivos ocurridos en Palestina, de los que podrían ser responsables autoridades de dicho país. Evidentemente son casos muy diferentes, pero no dejan de ser manifestaciones de un mismo problema: el poco respeto que siente el Poder Ejecutivo por la independencia del Poder Judicial.

RedDIARIO
Pidan perdón a Beppino Englaro. (Roberto Saviano).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los italianos sufren lo que han votado.

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