martes, 17 de febrero de 2009

EL 23-F Y LAS MEMORIAS DEL CONFESOR DEL REY


Félix Población

La familia real ha quedado muy complacida con la mini-serie de TVE que recreó días atrás el 23-F con una audiencia récord de espectadores. Dicen que a don Juan Carlos le impactó sobre todo la interpretación que de su real persona hizo Lluís Homar. También al nonagenario ex-secretario general de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo, le impresionó el papel que en su caso encarnó el excelente actor Emilio Gutiérrez Caba.

A quien no debió de agradarle nada la evocación televisual de aquella esperpéntica felonía, y así lo viene a sugerir en una carta publicada recientemente en el diario ABC, es al hijo del teniente coronel Antonio Tejero, uno de los malos de la película, que valiéndose además de su profesión de sacerdote hace una elogiosa glosa de su padre como militar y como persona. Lo más destacable de la misiva de Ramón Tejero Díez es cuando asegura: Realmente, nos dolía España, mi padre y el momento en sí; aunque nos tranquilizaba la certeza, según nos habían dicho, de que el Rey apoyaba y ordenaba tales hechos. Era un acto de servicio más, en un momento crítico por el cual atravesaba nuestra patria.

Si en España había alguien capaz de discernir con conocimiento de causa el papel real que le tocó asumir al soberano en aquella vergonzosa fecha de nuestra historia reciente, ése no podía ser otro que fray Bartolomé Vicens, confesor personal de don Juan Carlos durante muchos años, y de cuyo fallecimiento tenemos hoy noticia a través de El Semanal Digital.

Según este periódico, circulan al parecer por ahí unas cintas magnetofónicas, grabadas hace algo más de tres años, con las que el dominico Vicens esperaba escribir unas memorias, y de las que el diario El Mundo/La Otra Crónica entresacó algunas incidencias más o menos conocidas: La preocupación de don Juan Carlos por el matrimonio del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz, receloso del pasado de la periodista, o el intento frustrado del dominico de casar a la infanta Elena con el archiduque Georg de Habsurgo, que desestimó el enlace por parecerle poco agraciada la pretendiente. También se habla en esas grabaciones del papel que le tocó jugar a fray Bartolomé en el supuesto romance del soberano con la vistosa actriz del destape Bárbara Rey, la del circo de los leones con el domador Cristo.

Resulta bastante evidente que si esas cintas existen es porque el dominico Vicens se proponía una ulterior elaboración de su contenido con vistas a un libro de memorias que, como le ocurriera a Urdaci con la biografía que pretendió escribir sobre la actual Princesa de Asturias, alguien impidió a la postre o fray Bartolomé no llegó a redactar por alguna causa. Se echa de menos que entre los asuntos ventilados por los medios a cuenta de esas cintas no haya ninguna alusión al 23-F, El día más difícil del Rey según acabamos de presenciar en su versión oficial a través de nuestros televisores, y cuya consignación histórica en unas grabaciones de ese carácter resulta más que obligada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo del rey en ese día tan difícil lo sabremos cuando haya república o nunca lo sabremos.

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