lunes, 29 de diciembre de 2008

PALESTINA: UN LENTO Y CALCULADO GENOCIDIO


Félix Población

La masacre que está sufriendo Gaza constaba en los programas electorales de los dos candidatos a formar gobierno en Israel tras las elecciones del próximo 10 de febrero. Tanto Benyamin Netanyahu como Tzipi Livni han venido haciendo campaña sobre la necesidad de una intervención militar que finalmente ha llevado a cabo su predecesor, el corrupto Olmert. Para después del 10 de febrero ya estará Obama en la Casa Blanca y era preciso advertirle antes de la única carta a la que juega el Estado judío, no vaya a ser que el nuevo presidente se haya creído el eslogan del cambio que le ha llevado al despacho oval.

Esto de matar por un puñado de votos no es nuevo en Israel. Si ahora lo han programado para llegar al poder tanto el candidato conservador como la señora rubia del nuevo partido Kadima, haciendo ambos ostentación del máximo rigor en la materia con tal de acabar con Hamás, mucho antes se había esmerado en ese mismo objetivo alguien tan moderado como Simon Peres. Éste, pese a su amistad con el asesinado Isaac Rabin, no tuvo reparo alguno en abril de 1996, un mes antes de los comicios de aquel año, de promover una campaña bélica que bajo el epígrafe de Uvas de la ira acabó con la muerte de más de un centenar de civiles en Canaan, al sur del Líbano.

No le sirvió de nada aquel trágico balance porque el actual presidente israelí no pudo vencer en las urnas a su adversario entonces, el redivivo Netanyahu, que vuelve a competir electoralmente ahora con la misma y mortífera estrategia, convencido de que la acción armada es la mejor herramienta para ganar votos.

Frente a programas tan lesivos para la supervivencia del pueblo palestino, cree Israel que la única alternativa que le queda a ese pueblo es claudicar, pero resulta que en lugar de hacerlo, los votos de los palestinos se inclinan por la resistencia que representa Hamás, aunque ello presuponga asistir a masacres como la que ahora soporta Gaza.

He llegado a pensar ante tanta exhibición de barbarie por parte de los invasores que su acción persigue un maquiavélico ardid. No sería aventurado suponer que Israel proyecta con estas acometidas fortalecer al movimiento islamista palestino, cuya casi simbólica resistencia permite al Estado judío tener una justificación para masacrar a cien ciudadanos palestinos por cada víctima judía. Esto, sumado al bloqueo con el que viene castigando al millón y medio de habitantes de Gaza, sólo puede tener un nombre, consentido por Europa: el de un lento y calculado genocidio.

No hay nada peor, en esa materia, que ser víctima de una víctima, tal como dijo en el diario 20minutos hace días la activista en Derechos Humanos y experta en ese conflicto Ana Luisa Valdés: Israel sigue cobrando el cheque en blanco del Holocausto.

RedDIARIO
El lenguaje de la sangre. (Íñigo Sáenz de Ugarte).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el poema de Aleixandre. Enhorabuena por el blog y feliz año.

Anónimo dijo...

Europa no es libre mientras haya bases americanas en su suelo. ¿De qué nos defienden?

Anónimo dijo...

Esto puede acabr muy mal porque no podía empezar peor. Y la región ya está muy saturada.

Anónimo dijo...

LOS JUDÍOS SON NAZIS

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