viernes, 12 de diciembre de 2008

A DEL BURGO LE DUELE LA COPE


Lazarillo

Al diputado Jaime Ignacio del Burgo, que se fue de UPN cuando los regionalistas navarros rompieron su alianza con el Partido Popular, le interesa dejar claro que lo suyo con Rajoy es uña y carne. Por eso, y porque quizá aspire a que esa fidelidad obtenga como premio un puesto de cabeza en las hacederas listas europeas del PP, quien antaño se significó tanto como adalid de la conspiranoia sobre el 11-M gestada por la emisora de la obispalía y el diario El Mundo, dice ahora con facundia joseantoniana que le duele la COPE.

Hace su crítica el diputado navarro desde el blog que suscribe y tiene alojado en la propia web de la emisora. Para don Jaime Ignacio no es justo ni congruente con la naturaleza de la COPE, en la que todos los católicos deben sentirse reflejados, que haya una descalificación permanente de Rajoy mientras se presenta al partido de Rosa Díez como única oposición digna de tal nombre. El señor Del Burgo considera que la COPE no puede servir de instrumento de oposición a la oposición.

Con semejantes argumentos parece claro discernir la naturaleza del dolor que afecta al diputado navarro ante la línea de programación sustentada por don Federico del Tremedal y los suyos, en connivencia posiblemente con la que el ríspido Rouco mantiene en su semanario Alfa y Omega a modo de libro de estilo para minar a la actual dirección del Partido Popular. Don Jaime Ignacio sufre un ataque de celos que tiene por nombre UPyD. Es lo que ocurre cuando luego de una relación tan amantísima como la mantenida por la emisora con el PP durante la pasada legislatura, a la COPE le da por filtrear con doña Rosa y no disimular un creciente repudio hacia don Mariano.

No sé si será como consecuencia de lo que el ex diputado de UPN atisba y le duele, pero lo cierto es que la emisora de los respetables monseñores ha perdido el segundo puesto en audiencia en beneficio de Onda Cero, según los datos del último Estudios General de Medios. Me gustaría pensar que los ciento y pico mil oyentes perdidos no coinciden con el criterio del señor Del Burgo, sino que su desbandada obedece a una entrada en razón, hartos de una programación amotinada e insultante cuyo único derrotero profesional en nuestros días debería ser el de la vía muerta.

Eso sí, al ríspido Rouco le puede doler que haya menos recaudación en el cepillo de su emisora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues como le falle el cepillo a Rouco, a jiménez le queda poco, porque esa radio es rentable a pesar de todo.

Anónimo dijo...

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ES PARA TODOS. SON LOS CIUDADANOS LOS QUE DECIDEN SI UN DETERMINADO MEDIO ENTRA O NO EN CÍA MUERTA: POR AHORA SIGUEN SIENDO MUCHOS LOS QUE ESCUCHAN LA COPE.

Anónimo dijo...
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