lunes, 1 de septiembre de 2008

SOBRE ESE CAFÉ DE ZP CON AZNAR

Félix Población
Glosaba ayer Melibea, con la perspicacia que la caracteriza, la entrevista que el señor Rodríguez Zapatero concedió al diario El Mundo y este periódico publicó ayer domingo. En la misma parecía como si el Presidente del Gobierno, al inicio de este nuevo curso político marcado por la crisis económica, se hubiera propuesto hacer tabla rasa de las airadas acometidas con que la cúpula del PP y su presidente de honor, el señor Aznar, obsequiaron al gobierno de ZP durante la pasada legislatura. Nunca un partido opositor y un ex de La Moncloa tuvieron un comportamiento tan mezquino a lo largo de los últimos treinta años del vigente régimen democrático que ahora están a punto de cumplirse.

Extraña por eso, cuando menos, que el señor Rodríguez Zapatero, a la hora de calificar a sus predecesores, estime que ambos, don Felipe y don José María, fueron grandes presidentes, como si en la conciencia de los españoles que votaron repetidamente a ZP en las dos últimas convocatorias electorales el señor González y el señor Aznar pudieran repartirse ese mérito.

Podría pensarse que el actual Presidente del Gobierno quiso con ello dar una muestra de neutralidad y generosidad en el juicio, como si su llamemos compromiso ideológico no primara a la hora de valorar a quienes llegaron a La Moncloa con el aval de las urnas y representan por esa razón la respetable decisión de una mayoría de ciudadanos. Pero ese principio no atañe más que a la legitimidad de su jefatura al frente del Gobierno de España, no a la evaluación de su ejecutoria.

Bastaría recordar el modo con que ZP rebatió las insidiosas críticas del señor Aznar, ya fueran formuladas por el ex presidente conservador en España o en el extranjero, para eximir a éste de una calificación tan opuesta a lo que la entidad de esas réplicas comportaba. En relación con esos precedentes, no cabe entender el ditirambo, a menos que lo que pretenda ZP, sirviéndose del medio oficial del aznarato que dirige don Pedro el de la Jota, es avenirse con don José María y favorecer así la celebración de ese encuentro que le tiene prometido y del que también se habla en la entrevista.

Puede que pronto podamos asistir a la imagen de Aznar y ZP tomándose un café juntos, pero preveo que sólo como imagen será noticiosa la cita, porque ninguna repercusión salvo ésa va a tener en el devenir de la política española. Es lo que tienen las palabras cuando corresponden y suenan a incoherencia y sólo sostienen y fomentan el gran vacío de la vanidad de vanidades.

RedDIARIO
Felipe González desprecia a El Mundo. (Diario Crítico).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí que choca esa incoherencia en ZP, pero me parece que vamos a tener que costumbrarnos a eso en los años que vienen. Al cabo de ocho este presidente estará quemado.

Anónimo dijo...

Hasta un presidente como ZP es capaz de pegar patinazos como el de valorar como buena la presidencia de Aznar, amigos. ¡Ya se le pasará!

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