miércoles, 17 de septiembre de 2008

EL BOICOT A CAIGA QUIEN CAIGA DE FABRA Y SUS BOYS


Lazarillo
Desde hace casi cinco años, cinco, hay abiertas en los juzgados de Nules varias causas contra el presidente de la Diputación de Castellón por presuntos delitos contra la Aministración y la Hacienda Públicas. Por tal motivo, y dado el gancho celtibérico-mediático ganado por un personaje capaz de justificar su insulto (hijo de puta) a un diputado de la oposición como una expresión corriente de la zona, Estíbaliz Gabilondo, la resuelta y sagaz reportera del Caiga quien caiga, se presentó hace días en un Pleno de la institución castellonense para indagar, en la versión del encausado, las razones de ese lustro de retardo con la Justicia.

De lo que pasó durante el intento de acercamiento al señor Fabra da constancia la fotografía que ilustra este comentario, si bien serán mucho más explícitas las imágenes que esta noche ofrezca el aludido y popular programa de La Sexta. Las secuencias nos permitirán advertir en esta ocasión, no que la personalidad pública se resiste o escapa del requerimiento periodístico al que se debe por su cargo -tal como le ocurre a Estíbaliz en no pocas ocasiones-, sino que un cuarteto de colegas impiden a la periodista verificar su trabajo.

Se trataba de cuatro enviados especiales del Grupo Intereconomía, caracterizado por su ideario conservador, que muy en su papel de aplicar su profesionalidad a los intereses políticos que defienden, cercaron a Gabilondo con el porte perdonavidas que advertimos en su indumentaria, gorra visera y gafas oscuras, hasta hacer imposible el derecho a la información de la reportera, a la que llegaron a impedir físicamente el acercamiento al señor Fabra.

Que sepamos, es la primera vez en nuestro ya maduro periodo democrático que unos compañeros de profesión impiden a otro el cumplimiento de su trabajo mediante la burda estrategia de la que esta noche tendremos sin duda más detallada plasmación. Si se repara además en que con ese desempeño a modo de guardaespaldas sayones tales profesionales no sólo han preservado de una demanda informativa a un cargo público ideológicamente afín con la empresa que les paga, sino a quien como tal tiene causas pendientes con la Justicia por presuntas actividades delictivas, la conclusión parece clara acerca de la cualificación periodística del grupo mediático aludido y sus asalariados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Como hace muchos, muchos años, que diría Rajoy...

Anónimo dijo...

El afán de la derecha por dar publicidad a los medios que no son de derecha no sé si entenderlo como autoflagelación o como tontería.

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