domingo, 14 de septiembre de 2008

BENEDETTI, MÁS AÑOS (88), MÁS POEMAS, MÁS ALIENTO


Melibea
Aparte de leer un artículo de sumo interés sobre los trascendentales días que corren en Bolivia, del que es autor el diputado argentino Miguel Bonasso (Todos somos Evo), Crítica de la Argentina, una publicación que recomiendo, me ha dado la gratificante noticia de comprobar que mi admirado escritor y poeta Mario Benedetti celebrará hoy sus 88 años con la fertilísma y lúcida capacidad creativa de siempre, como si el peso de la edad no pudiese con el aliento de inspiración y expresión del que da testimonio ético y estético con toda su obra. Pese a su delicado estado de salud en los últimos meses, en los que hubo de ser internado en varias ocasiones, es muy grato saber que Benedetti se encuentra bien, estable, aunque en esta ocasión lo más aconsejable haya sido que celebre su cumpleaños en casa, donde recibirá la visita de sus amigos Daniel Viglietti y Sylvia Lago, y las llamadas telefónicas del poeta argentino Juan Gelman y el escritor Eduardo Galeano. Mario Benedetti presentó el mes pasado su último libro de poemas inéditos, escritos en clave de testamento literario y significados por la melancolía y las ausencias, del que Crítica de la Argentina ofrece como adelanto en exclusiva, entre otros, el que sigue:

Por ahora me callo

El mundo / cada vez más enigmático
me mira inmóvil desde sus cautelas /

siento que el marcapasos es mi árbol
y cobija latidos como alondras


estoy solo conmigo / cavilando
y repaso las sombras y los soles

también amaneceres y crepúsculos
que me dieron amparo y soledades


me pregunto desordenadamente

qué ceniza vendrá después del fuego /

he construido más de una paciencia

pero no puedo con mi incertidumbre


tengo las manos llenas de caricias

para sembrar en una carne fértil

y he hecho un pacto con mis esperanzas

para que nunca nos abandonemos


por ahora me callo / en el sigilo
me cercan más espantos que alborozos
y ya que los futuros se aproximan

juego con las certezas y las dudas

morir sin muerte es casi una osadía

que no puede invocarse así nomás

por eso yo prefiero ser discreto

vivir sin vida es menos pretencioso

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un libro de Benedetti se espera como un rayo de luz entre tanta literatura vacía y retórica.

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