martes, 26 de agosto de 2008

SOBRE EL RESPETO A LAS VÍCTIMAS Y LOS FUNERALES DE ROUCO


Félix Población
Me gustaría pensar que en el porvenir la llamada al respeto al derecho a la intimidad de los familiares de las víctimas, formulada por la Federación de Asociaciones de la Prensa de España a los profesionales de la información, así como la verificada por los representantes de las víctimas en el accidente aéreo de Barajas del pasado día 20, no deberá ser necesaria. Mucho me temo, sin embargo, que si esa petición se ha hecho pública es porque, en lo que respecta a trágicos siniestros como el que nos ocupa, el comportamiento de algunos medios, y en especial de ciertos programas televisivos caracterizados habitualmente por el cotilleo, no va a decaer ante el filón morboso que episodios de ese carácter suscitan.

Creo, en buena medida, que el sucio mercantilismo mediático y la manipulación política sustentados durante varios años por el diario El Mundo y la emisora de los respetables monseñores, así como por otros medios digitales, a fin de desvirtuar la objetividad informativa en todo lo referente a la masacre del 11-M, ha sentado un vicioso precedente mediático en lo que concierne al respeto debido al dolor y dignidad de los familiares, parientes y amigos de las víctimas, tal como ahora ha vuelto a ocurrir -por parte de los mismos y otros medios-, tras la tragedia del pasado miércoles en el aeropuerto de Barajas.

Así lo suscribe hoy en el diario El Plural don Julio Ortega Fraile, con el competente criterio que le da su profesión de piloto, al censurar sin paliativos la utilización del dolor y la muerte como armas arrojadizas para intoxicar -según sus palabras- la información veraz y contrastada, convirtiéndola en sensacionalismo, carnaza para morbosos y pura especulación.

Pero si esa metodología informativo/opinativa es censurable por la reincidencia en su amarillismo y tendenciosidad, consolidando como sistema operativo de hacer periodismo la mismas taras que se dieron después del 11-M, flaco favor le hace el Estado al respeto debido a las víctimas y sus familiares que se concierte con el purpurado Rouco Varela, carente de educación para la ciudadanía, un funeral para el primero de septiembre en memoria de los fallecidos.

Cabe preguntarse, como decía el pasado domingo un comunicante en el diario Público, si existe alguna manera legal de prohibir que se pueda celebrar cualquier tipo de acto religioso en mi nombre. Como a este lector, no me gustaría perder la vida en un siniestro de las características del aludido y que un Estado, que se dice democrático, me aplicase el funeral de una institución que se sigue arrogando los mismos privilegios que tenía durante la dictadura franquista, aunque en este caso no sea por la gracia de Dios -como se rezaba entonces-, sino por la de ZP.

RedDIARIO
Oraciones de supervivientes. (Suso del Toro, El País).

1 comentario:

Anónimo dijo...

mIENTRAS UNA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN SEA CATÓLICA O FINJA QUE LO SEA, EL ESTADO FINGIRÁ QUE ES ACONFESIONAL Y SEGUIRÁ HACIENDO FUNERALES CATÓLICOS COMO REPRESENTACION HIPÓCRITA DE ESA MAYORIA HIPÓCRITA.

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