Lazarillo
El muy nombrado locutor Losantos, estrella de La Mañana en la cadena COPE y máximo sustentador de su audiencia -ahora decreciente-, ha defendido el aborto ante los mismos micrófonos de los señores obispos. Lo hizo ayer mientras debatía sobre el particular con el director del diario conservador La Razón, Francisco Marhuenda, en los siguientes términos:
En España no está despenalizado el aborto. Hay despenalización de algunas circunstancias del aborto. Por ejemplo, la violación. Ha habido monjas violadas que han sido autorizadas a abortar por sus superiores eclesiásticos. Hay circunstancias: una niña de 13 años, violada y embarazada. Esa es la excepción, objetó Marhuenda. Tiene que haber también un marco legal para la excepción, replicó don Federico.
La insólita excepcionalidad que supone la defensa del aborto en la emisora de la obispalía, aunque sea en determinadas casos, podría dar a entender que entre los respetables monseñores se ha dado una prodigiosa mutación, capaz de dar vía libre ahora a esas opiniones, incluso cuando quien las sostiene ha venido siendo hasta ahora principal soporte de la amotinada línea editorial de la cadena COPE.
Es de comprender, sin embargo, que tal cambio no sea verosímil y que los señores obispos, con el hosco Rouco a la cabeza, estén en las actuales circunstancias muy enrabietados ante el inadmisible comportamiento de su voz más carismática. Dado que ya tienen suscrita con Losantos la prolongación de su contrato un año más, sin que esa prórroga suponga la ampliación del mismo -antes bien su acabamiento-, casi me atrevería a pronosticar que el comportamiento de don Federico en los meses que le quedan va a ser un tanto díscolo con quienes le pagan.
Es más, tengo el presentimiento de que el primer capítulo de Las monjas violadas tendrá su continuación en sucesivos episodios a contracorriente de la doctrina eclesial, que acabarán por cuestionar la permanencia de Losantos en la emisora antes de su partida. No le vendría mal, incluso, de cara a su porvenir mercantil en las empresas de comunicación que regenta, salir de la COPE como víctima de la libertad de expresión por contradecir el credo de la santa casa.
En España no está despenalizado el aborto. Hay despenalización de algunas circunstancias del aborto. Por ejemplo, la violación. Ha habido monjas violadas que han sido autorizadas a abortar por sus superiores eclesiásticos. Hay circunstancias: una niña de 13 años, violada y embarazada. Esa es la excepción, objetó Marhuenda. Tiene que haber también un marco legal para la excepción, replicó don Federico.
La insólita excepcionalidad que supone la defensa del aborto en la emisora de la obispalía, aunque sea en determinadas casos, podría dar a entender que entre los respetables monseñores se ha dado una prodigiosa mutación, capaz de dar vía libre ahora a esas opiniones, incluso cuando quien las sostiene ha venido siendo hasta ahora principal soporte de la amotinada línea editorial de la cadena COPE.
Es de comprender, sin embargo, que tal cambio no sea verosímil y que los señores obispos, con el hosco Rouco a la cabeza, estén en las actuales circunstancias muy enrabietados ante el inadmisible comportamiento de su voz más carismática. Dado que ya tienen suscrita con Losantos la prolongación de su contrato un año más, sin que esa prórroga suponga la ampliación del mismo -antes bien su acabamiento-, casi me atrevería a pronosticar que el comportamiento de don Federico en los meses que le quedan va a ser un tanto díscolo con quienes le pagan.
Es más, tengo el presentimiento de que el primer capítulo de Las monjas violadas tendrá su continuación en sucesivos episodios a contracorriente de la doctrina eclesial, que acabarán por cuestionar la permanencia de Losantos en la emisora antes de su partida. No le vendría mal, incluso, de cara a su porvenir mercantil en las empresas de comunicación que regenta, salir de la COPE como víctima de la libertad de expresión por contradecir el credo de la santa casa.
2 comentarios:
Yo creo más bien que si le quitan de la COPE Losantos se va a convertir en un asilvestrado sin hisopo, que al despido unirá más radicalismo. Lo veremos ppronto, en cuanto los obispos den con el sustituto, que en eso andan.
Pues el tal Federico ya ha tenido que rectificar ante los oyentes que se indignaron al escuchar sus palabras. Sólo falta que pierda favor entre los oyentes para que los obispos le den antes la patada que ya piensan darle.
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