lunes, 21 de julio de 2008

LA MALA RADIO DEL VERANO


Lazarillo
Desde que los más afamados comunicadores de la radio gozan de unas largas y sin duda merecidas vacaciones, los veranos en el dial suelen ser muy aburridos durante demasiado tiempo. El tedio, la banalidad, los programas-relleno e incluso la incompetencia profesional suelen afectar a todas las grandes cadenas radiofónicas, sin que a sus gestores parezca preocuparles ni poco ni mucho este largo paréntesis de ineptitud y hastío con el cada año obsequian a su audiencia durante casi dos meses, como si ese prolongado vacío estival formara parte de la programación.
No ya un profesional, sino cualquier oyente que se precie de una cierta experiencia en la escucha podrá notar, durante estas seis o siete semanas caniculares, que no sólo los programas de gran formato y audiencia mayor, sino hasta los noticieros horarios se caracterizan por el precario grado de locución de sus profesionales, sin que sirva como excusa la probable falta de experiencia de éstos, al tratarse en su mayoría de personal joven en prácticas.

Lo peor, con todo, es la ineptitud de quienes corren con la responsabilidad de sustituir a los renombrados comunicadores, en los programas que éstos dirigen y presentan durante el resto del año, y son incapaces de ofrecer algo más que espacios tópicos y manidos, en algún caso declaradamente estúpidos, como si las altas temperaturas propias de la estación justificaran todo tipo de ocurrencia rayana en la estupidez, apelando a la socorrida falacia de espacio refrescante.
Se tiene la sensación, escuchando por un lado la locución monocorde, torpe e insufrible de los jóvenes estudiantes de Periodismo en prácticas y por otro a los desganados sustitutos de los afamados comunicadores, que si los primeros no son los más capacitados para hacerlo -quizá porque para su selección primen otras razones que no sean las de la aptitud-, los segundos no tienen la más mínima ambición por superarse en un programa que siempre será competencia de otro con más nombre, sabedores sin duda de que a éste también le conviene que ningún profesional le haga sombra, no vaya a ser que lo sustituya de modo definitivo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si está probado que se consume menos radio durante los meses de julio y agosto, es muy posible que a los gestores no les importe hacer una radio así, sobre todo si en eso también compiten todas las cadenas, en hacerla mala, vacía, insubstancial...

Anónimo dijo...

Dos meses de vacío y 12 de propaganda a favor de unos u otros.

Anónimo dijo...

Los grandes comunicadores no admiten sombra.

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