viernes, 18 de julio de 2008

LA CONSULTA DE IBARRECHE Y DE JUANA LITERATO


Félix Población
El Tribunal Constitucional, tal como se preveía, ha admitido a trámite el recurso del Gobierno contra la consulta que el lehendakari Ibarreche pretendía verificar en su País Vasco para el próximo 25 de octubre. Esto quiere decir que tal iniciativa no tendrá lugar y que los ciudadanos de Euskadi se van a ahorrar de momento los cinco millones y pico de euros acordados por el Gobierno Vasco para la puesta en marcha de la misma.

Si yo perteneciera como contribuyente a esa Comunidad, tendría hoy motivos para alegrarme, pues me parece un auténtico dispendio que quienes me representan en la gobernación de mi país decidan gastarse más de ochocientos millones de pesetas, en un periodo además de crisis económica, para poner en marcha lo que el señor lehendakari considera una mera consulta, no un referéndum, pues para esto le falta carácter vinculante.

A consultas de ese tipo se les suele llamar encuestas oficiales, sin más, y como tales deberían correr a cargo de un departamento del Gobierno Vasco que lleva por nombre Gabinete de Prospección Sociológica, que para eso está y no creo que se encuentre desbordado de trabajo.

Si la palabra consulta ha llamado mi atención en labios del fibroso lehendakari para justificar la verificación de su propuesta, saber que Ignacio de Juana Chaos dedica sus últimos días como recluso a tareas relacionadas con la creatividad literaria me ha llenado de perplejidad. Este individuo, al parecer, ha publicado ya dos libros y está en disposición de dar a la imprenta el tercero, por lo que deduzco que su pluma goza de una cierta repercusión pública en el ámbito más afín a su trayectoria.

Hoy en día, cualquiera que haya hecho algo más o menos sonado al margen de la literatura suele tener la posibilidad de escribir un libro. Hacerlo, sin embargo, teniendo como currículo el asesinato de 25 seres humanos no parece la mejor garantía para concebir con dignidad una obra de creación, a menos que su destino sea un público capaz de simpatizar con esa ejecutoria de muerte.

El único libro que merecería la pena con la firma del aludido individuo, porque ése sí lo rescataría de su inhumanidad haciéndolo por lo tanto materia de cultura y/o convivencia, sería el que se titulase Arrepentimiento y perdón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Con el arrepentimiento y el perdón quizá se retrasara la causa del indepentismo vasco, por eso se dice que hay un PNV, próximo a Arzalluz y el lehendakari, al que la existencia de ETA no le viene mal.

Anónimo dijo...

Si este señor escribe por necesidad y no por publicidad como cuando deja de comer, qué necesidad tiene de las palabras quien defiende sus ideas tiros.

Anónimo dijo...

Ibarreche se va a estrellar, ya es hora además.

Anónimo dijo...

España Federal ya.

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