Lazarillo
Es en ocasiones tan ruin la ambición política que no repara en acaparar votos con todo tipo de artimañas allí donde es más débil la voluntad y/o la salud mental de los electores. Hacerlo en una residencia de ancianos mediante el engaño denota el grado de indigencia moral de los promotores. Confiados acaso en que los pobrecitos viejos ni se enterarían de la añagaza, tres concejales del Ayuntamiento de Baeza, varios interventores y algunos familiares del anterior alcalde, todos ellos miembros del Partido Popular, han sido acusados por la Fiscalía de haber manipulado el voto por correo de 19 ancianos de una residencia municipal de esa localidad, con la complicidad de la directora del centro.
La trama consistió en falsear los certificados médicos de los ancianos internados, acreditando que no podían desplazarse al colegio electoral correspondiente, de modo que les fuera obligado ejercer su derecho al voto por correo. A tal fin, la directora y una administrativa de la residencia utilizaron el carné de identidad de los 19 internos para verificar la votación desde la misma sede del PP y a favor de este partido.
Quizá por apreciar tan poco la memoria histórica de este país, desestimando el PP la ley conocida por tal nombre, aprobada por el Gobierno durante la pasada legislatura, había entre los cargos municipales del Partido Popular implicados la falsa suposición de que esa ley se aplica sobre una entelequia, como si sus beneficiarios -los demócratas combatidos por Franco- estuvieran definitivamente alojados en un pasado extinto.
Para demostrarles que no es así, que quienes padecieron el silencio del franquismo son los que más pueden valorar y respetar el derecho al voto recuperado con la democracia -sin duda como réplica de dignidad reparadora a muchos años de dictadura-, un anciano de esa residencia denunció el hecho que nos ocupa. No se nos dice el nombre ni la edad, sólo que este viejo demócrata ya ha fallecido.
Vayan por él estas líneas, por su memoria y por la de cuantos en el arrabal de senectud mantienen viva esa inquebrantable capacidad de adhesión a la libertad y a la honradez de su voz en el voto que los representa. Tratar de manipular esa condición, además de inútil -como se ha comprobado-, es una bochornosa indecencia.
Es en ocasiones tan ruin la ambición política que no repara en acaparar votos con todo tipo de artimañas allí donde es más débil la voluntad y/o la salud mental de los electores. Hacerlo en una residencia de ancianos mediante el engaño denota el grado de indigencia moral de los promotores. Confiados acaso en que los pobrecitos viejos ni se enterarían de la añagaza, tres concejales del Ayuntamiento de Baeza, varios interventores y algunos familiares del anterior alcalde, todos ellos miembros del Partido Popular, han sido acusados por la Fiscalía de haber manipulado el voto por correo de 19 ancianos de una residencia municipal de esa localidad, con la complicidad de la directora del centro.
La trama consistió en falsear los certificados médicos de los ancianos internados, acreditando que no podían desplazarse al colegio electoral correspondiente, de modo que les fuera obligado ejercer su derecho al voto por correo. A tal fin, la directora y una administrativa de la residencia utilizaron el carné de identidad de los 19 internos para verificar la votación desde la misma sede del PP y a favor de este partido.
Quizá por apreciar tan poco la memoria histórica de este país, desestimando el PP la ley conocida por tal nombre, aprobada por el Gobierno durante la pasada legislatura, había entre los cargos municipales del Partido Popular implicados la falsa suposición de que esa ley se aplica sobre una entelequia, como si sus beneficiarios -los demócratas combatidos por Franco- estuvieran definitivamente alojados en un pasado extinto.
Para demostrarles que no es así, que quienes padecieron el silencio del franquismo son los que más pueden valorar y respetar el derecho al voto recuperado con la democracia -sin duda como réplica de dignidad reparadora a muchos años de dictadura-, un anciano de esa residencia denunció el hecho que nos ocupa. No se nos dice el nombre ni la edad, sólo que este viejo demócrata ya ha fallecido.
Vayan por él estas líneas, por su memoria y por la de cuantos en el arrabal de senectud mantienen viva esa inquebrantable capacidad de adhesión a la libertad y a la honradez de su voz en el voto que los representa. Tratar de manipular esa condición, además de inútil -como se ha comprobado-, es una bochornosa indecencia.
4 comentarios:
Cuánto dicen estas pequeñas noticias de sus protagonistas, de los tramposos y sus víctimas, pena que no sepa el nombre de quien merec ser nombrado.
Precisamente ha tenido que ser el PP, vaya por Dios, y si hubiera sido el PSOE, ¿se habría comentado tanto? Con esto no quiero decir que sea falsa la noticia, pero es que todo lo mallo es cosas del PP, que no es ni demócrata ni lega ni nada.
¿Qué no se hará en otros países donde la democracia es abiertamente fraudulenta?
no es cierto, ese anciano estaba como un cascabel,y otro que no es ni familiar le dió por lanzar esa denuncia,en vez de agradecer al alcalde que lo ingresara en esa residencia (ya que estaba abandonado)van y lo denuncian
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