martes, 10 de junio de 2008

BIBIANA AÍDO Y LA VERGÜENZA DE GÉNERO


Lazarillo
Como era de prever, la primera comparecencia de la ministra Bibiana Aído en el Congreso de los Diputados ha servido para reafirmar con las críticas desaforadas los recelos y prejuicios que su juventud y su nuevo Ministerio de Igualdad levantó en su día entre los periodistas retrógrados, los mismos que se escandalizaron ante el nombramiento de una mujer embarazada al frente del Ministerio de Defensa.

Uno de los objetivos prioritarios del departamento que dirige la señora Aído no podía ser otro que enfrentarse al grave problema de la violencia doméstica, cuyas cifras de agresión y muerte empiezan a no sobrecoger por lo rutinarias, a pesar del incremento experimentado el año pasado con relación al anterior: un total de 118 personas murieron en 2007 a causa de la violencia doméstica o machista -un 23% más respecto a 2006-, de las cuales 74 fueron mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas, según un informe del Consejo General del Poder Judicial.

Ante tal perspectiva, la ministra Aído ha recurrido a dos medidas que han sido conceptuadas por sus obstinados reprobadores como una mezcla de frivolidad y candidez, en línea con el llamado buenismo político que reprochan al Presidente del Gobierno. La primera es la puesta en funcionamiento de un teléfono de ayuda reflexiva y posible disuasión para uso de los potenciales agresores, en evitación de que su ofuscación desemboque en violencia irreparable cuando puedan presentirla.

También se quiere fomentar desde el nuevo Ministerio una ineludible campaña de concienciación que abarcando a la sociedad en su conjunto, incida sobre todo en el género masculino. Es de todo punto apremiante conformar en la mentalidad de los hombres la idea y el sentimiento de vergüenza de género ante la violencia machista, a fin de erradicar lo que la aplicación de esa conducta presupone como inadmisible manifestación de poder a través de la dominación y la fuerza.

Aconsejaría a la señora ministra, puesto que comparto la necesidad de estas disposiciones y de todas cuantas puedan contribuir a paliar esa lacra, que para próximas comparecencias no se deje llevar por los desatinos semánticos sexistas. Hoy algunos medios de la oposición se han cebado en su referencia a los miembros y miembras de de la Comisión de Igualdad, como si eso valiera más de titular crítico que todo los demás.

Todo lo demás son muchas vidas en juego, perseguidas por la violencia doméstica, para las que el único titular digno es aquel que tienda a preservar su dignidad e integridad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una tontería de Bibiana que creo refleja su falta de experiencia, y también que sus asesores no la consejan bien.

Anónimo dijo...

¿No se habrá juntado a un equipo de asesoras hembristas la que dice ser joevn promesa de ZP?

Anónimo dijo...

una gilipoyez de ministerio, y no menos imberbe que esa "ministrilla de pacotilla enchufada a dedo" para pagar favores politicosal jerifalte "psociata anadaluz" de la cuáles hija!
Mininsterio ridiculo e inservible, y que cuesta dinero a los españoles! Aparte de ser una madriguera de "feminazis"

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