lunes, 5 de mayo de 2008

TAGUAS, EL LADRILLO Y LA SORPRESA DE ZP


Félix Población
No faltaron las críticas cuando el facundo Zaplana, consciente de su acabamiento político, se fue de un PP vencido e irresoluto y optó por la pasta, que es lo suyo, como alto ejecutivo de Telefónica. Aprovechando acaso esa circunstancia, a modo de camuflaje en el revuelo que la decisión de don Eduardo tuvo en los medios, hizo lo propio desde la mismísima Oficina Económica de La Moncloa don David Taguas, asesor personal de ZP y presidente a partir de ahora de la patronal de las constructoras Seopan.

En uno y otro caso, aunque tanto el ex ministro de Trabajo como el reputado economista están en su derecho de pasar de la actividad pública a la privada, se da la circunstancia -como apuntó el señor Llamazares- de que esas ligazones entre lo público y las empresas públicas privatizadas, por privadas que sean, son muy políticas. Si además, como ocurre con el señor Taguas, su fichaje por la empresa privada se da sin que medien los dos años preceptivos que un alto cargo de la Administración debe esperar cuando su nuevo destino tiene relación con el precedente, es como para sentir algo más que una desagradable sorpresa, según manifestó su jefe.

El sector de la construcción ha venido siendo decisivo en la economía española a lo largo de los últimos años. Unido a su despegue, el substancioso negocio del ladrillo también ha estado vinculado durante ese tiempo con circunstancias irregulares o delictivas, ya sea para financiar ilegalmente a los partidos políticos o para corromper a concejales y alcaldes en aquellos municipios más tentados por las granjerías inmobiliarias. Eso es algo más que una impresión pasajera grabada en la opinión pública, pues muchos han sido los casos registrados en los medios para que pase desapercibido a la ciudadanía.

Por eso, y al margen de si cumple o no la ley de incompatibilidades, el fichaje del don David Taguas por Seopan, aparte de desfachatado por la celeridad con la que se produjo, es de todo punto improcedente como enseña ética de un Gobierno que se precie de su dignidad. El señor Taguas ha sido contratado por la patronal de la construcción en función de la fructífera agenda que la Oficina Económica de ZP le ha deparado a don David. Esas relaciones con la Administración son las que avalan al nuevo presidente de Seopan al frente de su cargo, a la espera de la cosecha que puedan deparar.

El señor Rodríguez Zapatero, que tanto insiste a la hora de situar a España en la lista de cabeza de los países más avanzados del planeta, debería reconsiderar otro estadillo que pocas veces se maneja y que con toda certeza está muy relacionado con el negocio inmobiliario. Estamos muy por debajo entre las naciones con menor índice de corrupción política, en el puesto vigésimo tercero del mundo, y somos los antepénultimos de la Unión Europea a la hora de preservarnos de ese mal. Esto para ZP debería ser algo más que una desagradable sorpresa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No es un buen principio para una segunda legislatura. Recuerdese lo bien que empezó la anterior con la retirada de Irak.

Anónimo dijo...

ZP no explicó esto a la opinión pública. No se puede solventar con una frase de sorpresa. Es hipócrita.

Anónimo dijo...

Esto me recuerda demasiado la segunda legislatura de Felipe González, ojalá me equivoque.

Anónimo dijo...

Otra hipocresía es proclamarse de izquierda cuando se busca el voto. Aquí en España no hay izquierda, una izquierda parecida a lo que Die Linke en Alemania. Esa izquierda tiene que nacer porque de lo contrario estamos condenados a votar a la izquierda o a la derecha, pero del centro.

Anónimo dijo...

Es lo que suele ocurrir cuando se lleva independientes al gobierno para luego depender de las grandes empresas a fin forrarse.

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