viernes, 23 de mayo de 2008

PP (PARTIDO PARTIDO), OPOSICION AUSENTE


Félix Población
En unas circunstancias nada halagüeñas para España, como la eufemística desaceleración económica acelerada que encubre una crisis en toda regla, el retorno de ETA a la actividad terrorista y la nueva vertiente conflictiva que puede comportar para nuestro país y la Unión Europea en general la xenofobia de Berlusconi en Italia, el PP lleva dos meses ausente de la responsabilidad que como partido opositor le corresponde.

En su lugar, diez millones de electores asisten más decepcionados que perplejos a un creciente pugilato de luchas intestinas que amenaza partir al Partido Popular tras la marcha de María San Gil y Ortega Lara. Según fuentes próximas a Génova 13, la repercusión de estos dos señalados abandonos ya se ha dejado notar en el registro de bajas de militancia, en contra de lo que ocurriera tras la derrota electoral en 2004.

Visto desde fuera, el indicio más significativo de la crisis del partido conservador fue el abucheo dispensado a don Manuel Fraga hace unas fechas en Madrid con motivo de un homenaje a las víctimas del terrorismo. Cuando algo tan insólito se manifiesta contra el fundador del PP entre los prosélitos del conservadurismo, no cabe ninguna duda acerca de la gravedad de la discordia.

La apuesta del señor Fraga por la permanencia de don Mariano Rajoy, secundado o sustituible por su líder preferido Ruiz Gallardón como máximo garante de un retorno a la línea de centro-reformista, le valió al anciano ex ministro franquista la reprobación pública de la ultraderecha pepera. Ésta se alimenta a diario con las prédicas montaraces suministradas por el diario El Mundo y la emisora de la obispalía, que no dejan de tocar a rebato llamando a una sublevación abierta contra el liderazgo del señor Rajoy y la previsible reconducción moderada que éste pretende pergeñar.

Cuentan para ello con el mal precedente de haber inspirado durante la pasada legislatura la línea de oposición airada del Partido Popular, con don Mariano incluso en esa torpe estrategia. Dada la reprobable catadura moral y profesional de quienes se han sentido y se sienten protagonistas de esa nefasta influencia, los señores Ramírez y Losantos, es muy posible que se mantengan incólumes en su empeño amotinador y partan al PP en dos.

Mientras asistimos a esa refriega de ambiciones y recelos, España, a la que tanto dicen defender unos y otros, avista un periodo de crisis y dificultades que ahora sobre todo debería contar con un partido opositor entero y verdadero, libre de las miserias que amenazan minarlo por culpa de una pareja de comunicadores ególatras cebados en el resentimiento.

RedDIARIO
Intentan que no me presente, pero eso no va a ocurrir. (Mariano Rajoy).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parecería bien que el PP se partiera en dos: como votante de derechas, para no tener que tragar con posturas de extrema derecha y como votante de izquierdas porque de esta forma se repartirían los votos "conservadores", como pasa ahora con los "progresistas" y sería más justo en las elecciones.

Anónimo dijo...

Muy poco peso político tiene que tener un partido para seguir al pie de la letra las indicaciones de determinados medios. Si eso es as-i, el PP merece la disolución y sus votantes otras siglas.

Anónimo dijo...

Aznar está profundamente preocupado, igual se ocupa del PP.

Anónimo dijo...

Sería políticamente decepcionante para España que el PP se partiera, pero de ser asi se lo tendrían merecido tanto Rajoy como quien lo nombró.

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