LazarilloLo que se dirimía ayer en los juzgados de lo penal de Madrid era si esa aseveración formulada por el señor Losantos, director del programa radiofónico La Mañana de la cadena COPE, constituye un delito de injurias contra el señor alcalde de Madrid o si lo dicho no es más que la manifestación de una crítica política, por muy destemplada que sea, acogida al derecho de la libertad de expresión.
A esta primera sesión del juicio contra don Federico acudieron como testigos del locutor turolense tres personalidades clave de la línea más conservadora del Partido Popular durante la pasada legislatura, afines los tres al criterio amotinador del señor Losantos y hasta favorita una, la señora Aguirre, en grado de lideresa del PP tras el derrocamiento del señor Rajoy que la COPE de Rouco fomenta y programa a diario con pertinaz saña.
A don Federico le pareció muy mal, una vez concluida la sesión, que los señores Acebes y Zaplana, así como doña Esperanza Aguirre, con los que tan buenas migas hizo en el ayer, se lavaran las manos y lo dejaran en la estacada. Ninguno de los tres se prestó a contribuir con su testimonio al menoscabo de su compañero de partido. Esto es, que los calificativos de traidor o de obstáculo para averiguar el 11-M, tal como sostuvo en su día el señor Losantos al referirse al alcalde de Madrid, se ceñían a la actitud política de éste.
En pro del director de La Mañana se manifestó sobre todo quien no podía obrar de otra forma después de tanto conspirar juntos y a dos voces en sus respectivos medios con objeto de marcar la línea de oposición airada del Partido Popular y el acabamiento ahora del señor Rajoy. Don Pedro el de la Jota, director del diario El Mundo, apeló a la libertad de expresión para defender a su cómplice de soflamas y negocios, como si el titular que encabeza este comentario pudiera ampararse en ese derecho.
Se trata en mi opinión de una injuria grave, sustentada sobre la memoria de casi doscientas víctimas mortales del mayor atentado terrorista de la historia de España, y es de esperar que además de las consecuencias judiciales que comporte, se haga sentir en la línea programática de la emisora episcopal, cada vez con menos apoyos por parte de los respetables monseñores.
En ese sentido, que ayer don Federico se quedara sin el amparo de sus políticos de cabecera puede ser un indicio del aislado porvenir que le aguarda en los extremos marginales de la derecha cerril y el periodismo del resentimiento y la inquina que protagoniza.
RedDIARIO
El discurso anti-ZP estaba ya un poco gastado tras el esfuerzo de la campaña electoral. ¿A quién le sacudimos ahora?, pensaron. Los habituales (Ibarretxe, Carod, etc) están ya muy vistos. La audiencia empezaba a cansarse, así que han dado el triple salto mortal: comerse entre ellos. Atentos al próximo EGM, ya verán. (Isaac Rosa).
A don Federico le pareció muy mal, una vez concluida la sesión, que los señores Acebes y Zaplana, así como doña Esperanza Aguirre, con los que tan buenas migas hizo en el ayer, se lavaran las manos y lo dejaran en la estacada. Ninguno de los tres se prestó a contribuir con su testimonio al menoscabo de su compañero de partido. Esto es, que los calificativos de traidor o de obstáculo para averiguar el 11-M, tal como sostuvo en su día el señor Losantos al referirse al alcalde de Madrid, se ceñían a la actitud política de éste.
En pro del director de La Mañana se manifestó sobre todo quien no podía obrar de otra forma después de tanto conspirar juntos y a dos voces en sus respectivos medios con objeto de marcar la línea de oposición airada del Partido Popular y el acabamiento ahora del señor Rajoy. Don Pedro el de la Jota, director del diario El Mundo, apeló a la libertad de expresión para defender a su cómplice de soflamas y negocios, como si el titular que encabeza este comentario pudiera ampararse en ese derecho.
Se trata en mi opinión de una injuria grave, sustentada sobre la memoria de casi doscientas víctimas mortales del mayor atentado terrorista de la historia de España, y es de esperar que además de las consecuencias judiciales que comporte, se haga sentir en la línea programática de la emisora episcopal, cada vez con menos apoyos por parte de los respetables monseñores.
En ese sentido, que ayer don Federico se quedara sin el amparo de sus políticos de cabecera puede ser un indicio del aislado porvenir que le aguarda en los extremos marginales de la derecha cerril y el periodismo del resentimiento y la inquina que protagoniza.
RedDIARIO
El discurso anti-ZP estaba ya un poco gastado tras el esfuerzo de la campaña electoral. ¿A quién le sacudimos ahora?, pensaron. Los habituales (Ibarretxe, Carod, etc) están ya muy vistos. La audiencia empezaba a cansarse, así que han dado el triple salto mortal: comerse entre ellos. Atentos al próximo EGM, ya verán. (Isaac Rosa).
2 comentarios:
A lo del negocio que dice Rosa hay que añadir la vanidad de sentirse protagonsitas de la vida política y decidir el destino de todo un partido opositor.
Ese tipo de periodismo, que hace unos cuantos años hubiera sido impensable, ya lo es y me temo que ha calado en ese sector del PP que aglutina a la extrema derecha.
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