viernes, 16 de mayo de 2008

CAIGA QUIEN CAIGA EN LA CENA DEL CONSEJO ATLÁNTICO


Félix Población
La Sexta, la más joven de las cadenas privadas de televisión en España, no podía desaprovechar la oportunidad de hacer suyo un programa con tanto pedigrí crítico como Caiga quien caiga, cuya difusión precedente en Tele 5 no obtuvo el refrendo de continuidad que su singularidad merecía como espacio informativo en clave satírica.

Eso tiene ganado La Sexta, sobre todo si el programa sigue la trayectoria iniciada el pasado miércoles, en cuya emisión advertimos un guión bastante flojo en la presentación de los reportajes, pero unos reportajes muy revitalizados por el estímulo de mosca cojonera que ha de primar entre los profesionales encargados de elaborarlos y ofrecerlos.

De entre los emitidos el pasado miércoles me quedo con el de Juanra Bonet, a quien ya tuvimos oportunidad de valorar por la agudeza de sus preguntas en la anterior etapa de CQC, y que ahora, para abrir boca, tuvo oportunidad de hacerlo como periodista acreditado en la velada celebrada en Washington con ocasión de la entrega de los premios del Consejo Atlántico.

Allí, entre la granada concurrencia de altos cargos militares de la OTAN, potentados traficantes de armas y señaladísimos ex jefes de gobierno, planteó Benet al señor Blair si se arrepentía de algo en su currículum, ya fuera como cantante roquero en su mocedad, promotor de la guerra de Irak en Las Azores o delegado de la paz ahora en Oriente Medio. Del señor Aznar, cuya alocución en inglés prestó fondo sonoro de ineludible coña al reportaje, no obtuvo Juanra ninguna respuesta, claro que el cuestionario no se prestaba a réplica fácil: ¿Es Esperanza Aguirre un arma de destrucción masiva? ¿Se partirá el PP antes que España?

No se escaparon del ojo de la cámara ni de las osadas preguntas de Bonet ni Colin Powell, ni el abuelito Kissinger, que con sus mutis contrariados y hasta amenazantes no nos dieron ninguna pista acerca de las próximas hazañas bélicas del imperio, ya sea como campañas de conquista democrática o como errores de estrategia reconocibles a posteriori: ¿Irán, Venezuela...?

Les aseguro que esa noche me costó conciliar el sueño. El reportaje de Juanra Bonet actuó sobre mi conciencia como si en lugar de haber presenciado esa siniestra velada, hubiera asistido a una película de miedo con un título tal que así: El mundo en sus manos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es de miedo. Lo malo es que no se trata de una película.

Anónimo dijo...

Cinema-verité, en efecto. ¿Se imaginan a Evo Morales entre esa mafia?

Anónimo dijo...

La Sexta sólo se limitará dar caña hasta el momento en que el programa pueda molestar demasiado al gobierno, no nos hagamos ilusiones. La Sexta es como Canal Plus hace años.

Anónimo dijo...

Vi el programa y no me pareció tan notable, sólo llamativo por ser el de la vuelta a las pantallas, nada más.

Anónimo dijo...

La Sexta es la mejor gracias a ZP.

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