viernes, 11 de abril de 2008

NOSTALGIA DE AZNAR ANTE EL RIESGO DE ACABAR COMO UCD

Lazarillo
Ya hay quienes piensan y expresan, sin que su opinión sea sospechosa de jugar a favor del PSOE como quintacolumnistas en pro de la disgregación interna del PP, que al Partido Popular le afecta una crisis similar a la que dio origen a la ruptura durante la movida transición de Unión de Centro Democrático.

A favor de esa hipótesis juegan no sólo las reñidas declaraciones formuladas estos días por dos de los más cualificados aspirantes al liderazgo del partido, la señora Aguirre y el alcalde de Madrid, sino lo que analistas tan próximos a las interioridades de Génova 13 como don Carlos Dávila, director de la revista Época, califican como olla de grillos, en alusión a lo que representa hoy el Partido Popular, a dos meses de su próximo congreso.

Como síntoma más claro de esas desavenencias internas, el director de la citada publicación denuncia que la disciplina de voto en el PP ha saltado por los aires a la hora de decidir nada menos que la Mesa del Congreso. Eso, según Dávila, comporta que dentro del partido se mueven hasta los parapléjicos y hablan hasta los mudos que han estado siempre callados como difuntos. Tan manifiesta situación de alboroto le hace recordar al articulista la que acabó con UCD, sin que valiera de nada el liderazgo y carisma de don Adolfo Suárez para evitar la ruptura, algo que don Carlos, sin embargo, si vería más posible al aventurar la posibilidad de retorno del señor Aznar.

Durante mucho tiempo hemos estado de acuerdo en que el principal éxito de Aznar como presidente del PP fue mantener unida a la organización que, hasta su llegada, era la casa de los líos, la cumbre del fulanismo político. Bien: esa sólida conformidad común -afirma Dávila- está por primera vez en almoneda.

No se encuentra en el artículo del director de Época más nombre que el de don José María como teórico sanador de una crisis que con Aznar hubiera sido impensable, según don Carlos. De ahí, por esa sola citación y argumentación a favor del ex presidente del Gobierno, que en lugar de aventurar otras alternativas a favor de posibles sucesores de don Mariano Rajoy, el pensamiento de Dávila parezca decantarse por la nostalgia del pasado con objeto de evitar que el Partido Popular, como UCD, acabe en el cementerio.

Mucho me temo que esa posibilidad de recurso al ayer, ante el riesgo de un final similar al vivido por Unión de Centro Democrático, evidencia mucho más la grave entidad de la crisis interna que afecta al PP. Quien así lo ha expuesto no es precisamente un desinformado de cuanto se cuece en el partido conservador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que sea tan deseperada la situación del PP como la de UCD, máxime si cuenta con líderes que pueden salvar al partido al margen de Aznar, que sí acabaría de hundirlo.

Anónimo dijo...

Eso eso que resucite Aznar para que el PSOE gobierne cuatro más cuatro...

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