viernes, 14 de marzo de 2008

LA EXISTENCIA DE DIOS VALE UN MILLÓN DE EUROS


Lazarillo
Se trata del premio académico mejor dotado del mundo, según The Times, que acaba de difundir la noticia, y lo patrocina la Fundación Templeton desde hace 35 años. También se especifica que la dotación se incrementa anualmente, para que de ese modo siempre sea superior a la del Premio Nobel, como si de esa competencia dineraria dependiera su prestigio. Se dice que con una prima tan substanciosa se premia al progreso en la investigación o desarrollo de realidades espirituales, lo cual da una idea un tanto contradictoria del espíritu, cuyos ámbitos de esencia e influencia deberíamos valorar a la correspondiente distancia de tan nutridas compensaciones pecuniarias.

Dado que en esa materia quienes más se han especializado históricamente han sido los profesionales de las religiones, no nos debe extrañar que sea un cura el que haya obtenido tan generosa retribución. Según Michael Heller, que así se llama el afortunado y ejerce como profesor de matemáticas en Polonia, todo es explicable a través de la ciencia de los números, desde el azar a Dios, y las pruebas indirectas de la existencia divina por medio de fórmulas matemáticas es lo que al parecer le ha deparado al sacerdote polaco recibir un cheque a su nombre por un total de 1.069.000 euros.

Dejando aparte los argumentos aportados por Heller en torno a sus investigaciones, que quizá por su carácter inextricable no nos han llegado muy claros con la redacción traducida de la noticia, es de hacer constar que la fundación neoyorquina citada se caracteriza por su ideario conservador, proclive a la teoría del diseño inteligente para explicar la evolución. Por eso, en palabras del biólogo evolucionista británico Richard Dawkins, autor de El espejismo de Dios, el premio de Templeton sólo es una suma de dinero muy grande que se concede normalmente a un científico dispuesto a decir algo bueno sobre la religión.

No sabemos qué hará el cura Heller con su millón de euros. Ni sabemos cómo juntó la Fundación Templeton un peculio tan inmenso, capaz de regalar cada año una suma similar en progresión creciente para premiar la investigación y el desarrollo de las realidades espirituales. Sí sabemos, sin embargo, que la mejor defensa del credo cristiano está en la solidaridad con los menesterosos y desvalidos. Y que ahora además, después de unos cuantos siglos sobre la Tierra predicando la doctrina de Cristo, la curia vaticana ha reparado en que la acumulación desmedida de riqueza es por fin un pecado social.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que al cura polaco la mayor recompensa que se le puede dar es la del cielo, pues allí todo es divino, la bagatela del millón de euros debería repartirla entre los pobres que viven en el infierno en la tierra...

Small Blue Thing dijo...

Todo el artículo me parece una solemne chorrada.

No se puede demostrar que Allah existe, puesto que el conocimiento místico es fruto de la experiencia. Y por tanto, competir por algo tan íntimo es otra chorrada. Es como prostituir a tu amante.

Anónimo dijo...

Dios dio mucho dinero siempre a quienes lo inventaron.

Anónimo dijo...

Lo que me parece una chorrada es premiar las pruebas de la existencia de Dios con las mate, para qué tenemos a Santo Tomás.

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