martes, 19 de febrero de 2008

NAZIONALISTAS


Félix Población
Primero fue en la Universidad de Santiago de Compostela y ahora en la Pompeu Fabra de Barcelona. En una y otra, sendos grupúsculos de nacionalistas exaltados, patriotas a buen seguro a la galaica o a la catalana, han impedido el ejercicio de la palabra a doña María San Gil, presidenta del Partido Popular en el País Vasco, y a doña Dolors Nadal, candidata de ese mismo partido por Barcelona. El bochornoso espectáculo ofrecido por esos energúmenos denota hasta qué punto la radicalización nacionalista puede reproducir con todas sus lacras la intolerancia propia de los regímenes autoritarios. Privar a un conciudadano de la facultad de expresar sus ideas, máxime si representa las de un partido político mayoritario en España, siempre será una actitud más concorde con el nazismo que con el nacionalismo, a menos que quienes se dicen nacionalistas por su país natal o de adopción, en lugar de representar los valores democráticos y culturales debidos a su historia, lengua y patrimonio, reproduzcan los antidemocráticos que sojuzgaron esos mismos valores durante el franquismo. De ser así estaríamos hablando de nazionalismo, sea cual sea la bandera bajo la que halle acogimiento o la patria a la que deba identidad. Resulta sumamente arriesgado prestar acomodo o protagonismo a ese tipo de extremismos en los partidos nacionalistas democráticos, si es que éstos pretenden hacer valer sobre todo su imprescindible condición de tales antes que cualquier otra. Pero si eso es peligroso, no lo es menos que, una vez difundida la noticia del inadmisible acoso a la señora Nadal, mientras doña Carme Chacón se solidarizaba con la candidata a diputada por el Partido Popular, el señor Acebes hiciera recaer en ZP y el Partido Socialista la responsabilidad del incivil comportamiento de los nazionalistas. Aunque estemos en periodo de pre-campaña electoral, tan dado a las desmesuras, sólo se puede entender una declaración así compartiendo otro tipo de nazionalismo.

RedDIARIO
La ideología del siglo XXI debe ser el humanismo global, pero tiene dos peligrosos enemigos: el nacionalismo y el fundamentalismo religioso.
(Ryszard Kapucinski).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nacionalismo, inmigración y fanatismo religioso, tres ingredientes que convenientemente agitados pueden deparar tiempos de mucha agitación.

Anónimo dijo...

Kosovo nos dirá más.

SBP dijo...

no es nada tan serio... En mi opinión es responder a la provocación con provocación. Los peperos conocen el juego y provocan: publicidad gratuita. Porque, a ver, ¿qué fueron a hacer a la universidad? La universidad no es para candidatos, es para debate.

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