Lazarillo
Como recordaba ayer una información del diario El País, el PSOE perdió en 1998 por un solo voto una ampliación de los supuestos en que se puede practicar el aborto. A la sesión en que no fue posible tal medida faltaron don Felipe González y algunos diputados más del grupo socialista. Fue entonces cuando la activísima doña Amparo Rubiales emplazó a su partido para que con su deseable retorno al Gobierno pudiese acometer algún día esta iniciativa.
Estampada en el programa electoral del PSOE para las elecciones de 2004, la reforma de la legislación sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo para adoptar un sistema de plazos, según se recoge textualmente, se quedó en incumplida promesa cuando ya se extingue la actual legislatura.
Una serie de detenciones policiales recientes en varias clínicas privadas donde al parecer se practicaban abortos ilegales ha servido como detonante para que trascendiera, muy a disgusto de ZP, la posibilidad de ampliación de la norma en vigor, según se aireó tras la reunión de la ejecutiva socialista el pasado lunes. Sin embargo, a pesar de lo manifestado por doña Maribel Montaño en ese sentido y hasta por el propio secretario general del PSOE en primera instancia, el señor Rodríguez Zapatero no se comprometerá a la postre con ningún empeño concreto en tal sentido en el próximo programa electoral. Se limitará a abrir un periodo de reflexión y debate social sobre tal materia. De ahí el rechazo socialista a la moción presentada ayer en el Congreso por Izquierda Unida con vistas a la modificación de la ley en vigor para el establecimiento de un sistema de plazos, equivalente al que existe en la mayoría de países de la Unión Europea.
Algunos comentaristas proclives al Gobierno entienden hoy que ha sido muy acertada la rectificación del señor Presidente del Gobierno, pues podría entenderse como oportunista y propulsada con excesiva urgencia una iniciativa que por su gran impacto sobre la opinión pública requiere mayor plazos de discusión y debate, sin reparar quienes así lo entienden en lo contraproducente de unas declaraciones tan dispares en menos de veinticuatro horas.
Si don José Luis desiste ahora de plantear lo que prometió en el programa electoral de su partido hace cuatro años y no tuvo la decisión de cumplir a lo largo de este tiempo, posiblemente por no irritar más a la amotinada obispalía, no estamos hablando de rectificación sino de falta de compromiso con la palabra dada. Y si ésta ni siquiera va a figurar como proyecto programático para el porvenir, de lo que se trata es de arrepentimiento y marcha atrás...hasta 1998, por lo menos.
RED/DIARIO
Editorial
OFENSIVA ANTIABORTISTA
La forma que adoptó entonces esta norma vino determinada por el respeto a los sentimientos de la Iglesia y de los sectores católicos, con los que se pretendió alcanzar un compromiso. No se trata de reabrir un debate sobre el que ya se logró un acuerdo, sino de volver a rechazar la renovada pretensión de imponer determinadas convicciones a todos los ciudadanos. El dilema que, tanto en 1985 como ahora, suscita la interrupción voluntaria del embarazo no es el de estar a favor o en contra del aborto, sino el de encontrar la mejor fórmula para no castigarlo penalmente en determinados supuestos. La ley de 1985 se inclinó por enumerar esos supuestos, asociándoles un plazo de tiempo. Como ha demostrado la experiencia en otros países, es preferible una ley que se limite a fijar el plazo dentro del que la interrupción del embarazo es legal, sin exigir, además, que la intervención obedezca a unos supuestos tasados.
El Partido Socialista renunció a renovar una promesa electoral no cumplida en esta materia; luego Zapatero sugirió que podría reconsiderar su renuncia, y ayer, de nuevo, que no. Pero lo cierto es que la regulación del aborto necesita de una mayor seguridad jurídica que la que ofrece la Ley de 1985; una seguridad jurídica como la que, sin duda, sólo podría alcanzarse con una ley de plazos.
El País
1 comentario:
Espero con impaciencia que algún medio haga balance de las promesas incumplidas por el PSOE, apare de la del aborto y la ley de plazos. A eso lo llamos izquierda. La derecha al menos no miente más que cuando dice que es de centro.
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