sábado, 15 de diciembre de 2007

EL DIARIO PÚBLICO 85 DÍAS DESPUÉS

Félix Población

Por aquello de los balances a los cien días de algo naciente, máxime si se trata de algo tan bienandante y necesario como un rotativo de izquierda, debería haber esperado quizá un par de semanas más para permitirme este sucinto análisis de mi experiencia como lector regular del más joven diario de la prensa española. Si no lo hago es porque parto de mi convencimiento personal de que el periódico va por buen camino y no es preciso aguardar a su número centenario para celebrar sus aciertos y anotar aquellas deficiencias que me gustaría fueran corregibles.

Entre los primeros, vaya mi felicitación para la mayoría de sus analistas/columnistas, que en muy corto espacio tipográfico suelen ofrecer una disección atinada y aguda de la actualidad política, ya sea nacional o internacional, y también de la social y cultural. A esas valiosas esquinas opinativas las suele acompañar una elaboración informativa muy destacable por su rigor, capacidad de perspectiva y precisa exposición, todo lo cual contribuye a que el lector reciba una orientación muy clarificadora de los hechos.

Los méritos como articulistas de don Manuel Saco, don Javier Ortiz y don Rafael Reig quedan refrendados cada día en las páginas de Opinión, con una sección magnífica, tan buena como breve, que firma este último bajo el titular de Papelera de Reciclaje. Reconocidas las facultades de estos tres periodistas, se echa de menos en esas páginas una más nutrida variedad de firmas que dé un mayor ámbito de criterio que el cualificado y consabido tenor de los citados.

Me parece una frivolidad y un dispendio conceder cada sábado una página de esta sección al famosillo de turno para que redacte unos cuantos pies de foto que glosen las imágenes de la semana. No lo sería si tan arduo como efectivo género periodístico lo suscribiera un profesional con capacidad contrastada para hacer de esas pocas líneas un texto con la elocuencia suficiente como para coadyuvar la sugerencia de las fotografías.

Por último, me sigue pareciendo injustificable que la contraporta de Público se identifique con la de cualquier otro diario deportivo, pues en ese tipo de competencia nada tiene que hacer el nuevo periódico. Quizá fuese conveniente adelantar las páginas deportivas para romper esa continuidad con la última y dar a ésta un contenido opinativo, tal como me he permitido sugerir a los propios responsables, que bien podría consistir en la selección de comentarios en la web que aparece ahora en Opinión, más algún artículo destacable de la blogosfera, que los hay y muy interesantes y requeridos de luz pública, previo acuerdo con sus autores.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

También sobran las dos de cartelera.

Anónimo dijo...

No sé qué opinarían aquellos lectores que por no leer los infumables periódicos de su provincia no saben cómo enterarse de la cartelera.

Anónimo dijo...

Yo ya no compro El País.

Anónimo dijo...

Creo que Público nació titubeante y se ha venido asentando en estos tres meses, ero su capacidad de competencia con El País en firmas está muy por debajo, aunque algunas sean excelentes. Yo neceisto todavía El País, sobre todo los domingos.

Anónimo dijo...

Tengo la impresión de que Público es un ejemplo de los tiempos que corren en el mundo de la lectura y la información: grandes titulares, poco desarrollo de las noticias y colaboraciones que, por falta de espacio, se quedan en la reflexión inane.

Es verdad que El País para algunos, entre los que me incluyo, ya no es lo que era (cambió mucho antes de ideas que de look), pero la opción de Público me suena más a la búsqueda de porción del pastel ecónomico a cambio de oferta progresista de ¿corte popular? que a otra cosa.

Ojalá me equivoque, pero los dineros nos dirán.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Puede dar en efecto esa impresión que dices, Desiderata, pero quizá en eso juega en contra de Público su diseño. Es un diseño colorista que no sintoniza con el rigor que tienen sus informaciones. En cuanto al poco espacio para las columnas de opinión, la brevedad es un mérito siempre que tenga densidad la capacidad crítica. No es fácil, pero algunos columnistas sí lo consiguen, yo diría que más de la mitad de los que colaboran en Público. Tengamos paciencia de todas formas, antes de juzgar el empeño como un negocio mediático hecho con restos de progresía y nuevas generaciones. Sería una pena que fuera así.

Anónimo dijo...

Tengo la impresión de que Público será un proyecto durante este tiempo de rodaje y que no tardará en cuajar, más por las carencias de El país que por aciertos del nuevo diario. Los demás países europeos cuentan con periódicos en esa línea bastante saneados.

Small Blue Thing dijo...

Sobra Espido Freire.

Por Dios.

Anónimo dijo...

Estamos de acuerdo. Nunca he sido capaz de leerla.

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