El PP promete bajar los impuestos y los sube a tope en Salamanca

Lazarillo

A través de la información ofrecida por las televisiones regionales he podido atisbar la presencia del señor alcalde de Salamanca en la Conferencia del PP celebrada en Madrid. Ningunos de los redactores que cubrieron esa información tuvo la osadía de preguntarle a don Julián qué opinaba de la rebaja de impuestos prometida por el señor Rajoy para esos siete millones de españoles que quedarán exentos de pagar el IRPF. Una cuestión de tal carácter hubiera sido muy oportuna si el reportero además -a riesgo de ser censurado por sus superiores- la hubiese contrastado con un dato de referencia esencial aportado por la actualidad local este mismo fin de semana pasado. En torno a cuarenta mil salmantinos se habían congregado en la vistosa Plaza Mayor de la ciudad como protesta por el excesivo incremento en los impuestos municipales acordado por el consistorio del Partido Popular. Como dato más significativo de esta subida baste decir que al autobús urbano será un 85 por ciento más caro. Por supuesto, y a diferencia de lo ocurrido con la manifestación organizada por el PP contra el supuesto expolio del Archivo de la Guerra Civil, a los convocados esta vez por FEVESA no se les permitió acceder a los balcones del Ayuntamiento para leer el comunicado suscrito por la Federación de Asociaciones de Vecinos. Los vecinos sólo son contribuyentes, no ciudadanos. Ésa es la única valoración a considerar por parte del señor Lanzarote para quitarles la voz a los salmantinos del modo y mando que habitualmente acostumbra, ya sea en la calle con la recogida de firmas o en la casa que los representa. Mientras, su jefe don Mariano prometía en Madrid la reforma fiscal más importante de la democracia española. Como para creerle, sobre todo si uno se encuentra entre esos siete millones y pico de españoles que ganan al año menos de 16.000 euros y pagan tributos en Salamanca.