miércoles, 10 de octubre de 2007

Von Wernich: Un genocida que puede dar misa

Victoria Ginzberg

Partícipe necesario en la privación ilegal de la libertad agravada de 34 personas y coautor de la aplicación de tormentos agravados de 31. Coautor de la privación de la libertad agravada y del homicidio triplemente calificado de siete personas. Por esos hechos, “delitos de lesa humanidad cometidos en el marco del genocidio que tuvo lugar en la Argentina entre 1976 y 1983”, fue condenado ayer a reclusión perpetua el ex capellán de la policía bonaerense Christian Federico Von Wernich. Fue la primera sentencia contra un miembro de la Iglesia por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. Fue recibida con aplausos, llantos, lágrimas y abrazos dentro de la sala de audiencias. El Episcopado se limitó a reiterar un viejo pronunciamiento en el que se señalaba que si miembros de la Iglesia participaron de la represión, lo hicieron bajo su responsabilidad personal.
Página/12

Breviario
HASTA AHORA DABA LA PAZ
La católica iglesia hará beatos el día 28 a quienes murieron víctimas de la persecución: casi medio centenar de sacerdotes y religiosos asesinados durante la Guerra Civil en España. Al cura Von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio, nadie hasta ahora de la institución vaticana le ha prohibido dar la paz cada vez que celebraba la ceremonia de la misa en comemoración de Cristo: Mi paz os dejo, mi paz os doy.
Diario del Aire

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Convendría hacer un seguimiento del cura ese, a ver si sigue dando hostias.

Anónimo dijo...

aHÍ UNO DICE que von Wernich es un "genocida". Yo le agrego que el que lo dice es un "boludo".
Seguramente me dirá que "boludo" no es y entonces yo le responderé que von Wernich no es ningun genocida.
Ahora en limpio quedará que el señor es un defensor del terrorismo judaicomunista que asoloó a la argentina y yo seré lo que el señor quiera. porque muy fácil es hablar por boca de ganso y para peor desde una PC.

Aguante Padre von Wernich que las puertas del infierno no prevalecerán.

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