Para el próximo 31 de octubre está prevista la sentencia del juicio por los terribles atentados del 11-M, motivo de desbarre permanente en los primeros tiempos de la actual legislatura gracias a la teoria de la conspiranoia, gestada sobre todo por los medios más afines al aznarato. Sólo por eso, la fecha merecerá un titular de indudable prestancia y trascendencia en los periódicos. El fallo del tribunal afectará a los veintiocho acusados de perpetrar el atentado terrorista que más víctimas ha provocado en la historia de nuestro país. Tal decisión, por lo tanto, es esperada con indudable interés no sólo por los cientos de ciudadanos que resultaron heridos en la masacre y los familiares y amigos de quienes perecieron aquella fatídica mañana de marzo, sino por la sociedad española en general, muy afectada por un hecho de tan trágicas consecuencias y que de modo harto rastrero fue mediática y políticamente manipulado.El azar del calendario o la conveniencia política ha querido, sin embargo, que a esa fecha se le añadieran dos noticias más de no poco calado en estos meses finales de la legislatura. Por una lado, la aprobación de la controvertida Ley de Memoria Histórica en el correspondiente Pleno a celebrar en el Congreso de los Diputados y la comparecencia del señor Presidente del Gobierno, también en la cámara alta, para tratar de explicar el desaguisado que han venido padeciendo los usuarios de los ferrocarriles en Cataluña como consecuencia de las obras de acceso a Barcelona del tren AVE.
La coincidencia de tres grandes titulares en una misma fecha da que pensar, sobre todo porque el último al menos de estos hechos, la presencia del señor Rodríguez Zapatero en la tribuna de la sede parlamentaria, la decidió el señor Presidente de modo voluntario y quizá hubiera sido factible adelantarla o posponerla en evitación de tal abigarramiento noticioso a lo largo de una misma jornada.
Sí es indudable que tanto la sentencia judicial como la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, a pesar de sus carencias, van a favorecer la imagen del Gobierno de cara al electorado fiel o próximo al Partido Socialista, no estaría yo muy convencido de que ZP pueda elaborar antes del día 31 una respuesta medianamente satisfactoria que calme a la ciudadanía afectada por el prolongado desbarajuste en los trenes de cercanías de Barcelona. Pendiente de lo que se pueda indagar acerca de las posibles irregularidades cometidas por la empresa constructora del señor Villar Mir, con quien la señora ministra de Fomento ha tenido una sonada refriega, lo mejor que haría el señor Rodríguez Zapatero es disculparse por las negligencias y errores en la medida que competan a su administración.
¿Ha hecho ZP coincidir su comparecencia con los otros dos grandes titulares que serán noticia el 31-0 para reducir el efecto mediático de sus excusas y la previsible insatisfacción que provocarán las mismas entre los usuarios del ferrorril en Cataluña? Lo sabremos cuando se compruebe el grado de credibilidad y autenticidad que preste a su testimonio el señor Presidente del Gobierno. Las mentiras o medias verdades se pagan caras, como bien sabe el señor Aznar, máxime si el grado de hartazgo de la escucha es el que se respira en Barcelona, como el señor Montilla le habrá participado a ZP.
RedDiario
Entrevista
EL PSOE RECHAZA LA MEMORIA HISTÓRICA
El PSOE rechaza la memoria histórica; la ley que promueve no va a tener ningún efecto.
Las víctimas del franquismo no están reconocidas jurídicamente igual que las del terrorismo y eso va contra acuerdos internacionales. Opiniones del presidente de la asociación Memoria Histórica Asturiana.
6 comentarios:
Creo que ya Rubalcaba se ha adelantado a lo que pueda decir su jefe, habla de errores de comunicación, si sólo es eso serían más difíciles de sisculpar porque el conflicto empezó hace meses y hubo tiempo para corregirlos.
La ministra de Fomento debe dimitir.Esto debería haber ocurrido antes, haya habido o no irregularidades con OHL, la constructora de Villar Mir. Una ministra está obligada al seguimiento puntual de las obras y evitar que las mismas repercutan en el servicio de viajeros. Llevamos casi cuatro meses con el problema, si no más.
Si el PSOE puede ganas las elecciones por los votos de Cataluña, esta vez lo puede pagar muy caro. Tendríamos así a un PP ganador sin haberlo merecido. Pena de España.
Es de sabios reconocer los errores y rectificarlos. El señor Presidente del Gobierno tiene, pues, la palabra: que diga lo que desee, pero como no se disculpe ni rectifique luego que nadie me culpe si lo llamo ignorante. Tengo contra él que hasta la fecha nunca se ha disculpado de sus errores. Es más: Según él, no ha cometido ninguno, ya que si las cosas no salen como debieran eso es por culpa del PP. Advierto que en esta ocasión tiene que tener mucho cuidado, porque si los ciudadanos advierten que sacrifica todo a su deseo de ser elegido está perdido.
Si hay algo comprobable es que Zapatero se disculpó más de una vez por sus errores, algo que su predecesor nunca hizo. Confiemos en que esta vez también lo haga.
¿Ah sí? Pues es la primera noticia que tengo, a no ser que disculpar entrañe siempre la premisa de echar la culpa a otro. Disculparse es decir, por ejemplo: Miren ustedes: he emprendido un camino equivocado y ahora que me doy cuenta de eso prometo rectificar y poner los medios para corregir las consecuencias de mi error. Pueden perderse así votos, pero se gana en dignidad.
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