jueves, 25 de octubre de 2007

Sobre UPD, partido nuevo, viejos tópicos

Lazarillo

No había tenido oportunidad de leer el artículo publicado el pasado martes en el diario El País, titulado UPD, partido nuevo, viejos tópicos, firmado por don Ignacio Sánchez-Cuenca, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y coautor con el periodista don José María Calleja del libro La derrota de ETA. Sin compartir del todo lo que se se suscribe en el interesante texto del señor Sánchez-Cuenca acerca de la nueva formación política Unión, Progreso y Democracia -a la que no auguro un respaldado ni luengo porvenir-, liderada por la ex militante del Partido Socialista doña Rosa Díez y el escritor y filósofo don Fernando Savater, sí estoy de acuerdo en general con sus puntos de vista fundamentales y sobre todo con estos párrafos en lo que don Ignacio rebate algunos de los postulados esgrimidos por el reputado catedrático de Filosofía:

Resulta también asombroso leer textos recientes de Fernando Savater sobre el partido nuevo en los que se habla de un fantasmal "derecho histórico a permanecer unidos e iguales en el Estado español". Eso es oponerse a los nacionalistas vascos o catalanes... robándoles directamente sus ideas. Si alguien defiende el "derecho histórico" a permanecer unidos, no podrá objetar nada a quienes reclaman el derecho opuesto, el "derecho a separarse". Ni permanecer unidos ni separarnos son derechos ciudadanos, se mire como se mire. Ser español no es un derecho, sino un hecho político, que a unos disgusta, a otros entusiasma y a algunos deja indiferente. Tanto la unión como la separación son proyectos políticos, no derechos. Esta tesis sobre "el derecho a permanecer unidos e iguales" es el pretexto para combatir el nacionalismo vasco y catalán no con argumentos, sino con una buena dosis de nacionalismo español. De ahí el silencio elocuente de los ideólogos de este partido sobre el renacido nacionalismo español de la derecha. Ni una palabra por su parte sobre el nuevo "orgullo patriótico" que es tan evidente en ciudades como Madrid, con el uso de la bandera española hasta en el collar de los perros. Ni una palabra, como no sea de cariñosa reconvención, sobre los excesos "patrióticos" de los dirigentes del Partido Popular.

Una interpretación muy cabal de lo que expone el profesor Sánchez-Cuenca en su artículo es la que hace hoy don José Mediavilla en el breve escrito que sigue, publicado también en el diario El País, junto a una réplica de don Carlos Martínez Gorriarán, miembro del consejo de dirección de UPD:
Hacía mucho, muchísimo, tiempo que no leía un artículo tan claro y riguroso como el de Ignacio Sánchez-Cuenca. Refleja con argumentos salidos de la madurez democrática una postura que, de manera menos elaborada, he sostenido allí donde he tenido ocasión de opinar. Soy asiduo lector de Fernando Savater en su faceta de filósofo, aunque he lamentado, y lamento, la deriva que ha tomado en su visión del llamado "problema vasco" y, más aún, lamento que cree un partido "anti" sin más contenido que enfrentarse a cualquier intento de abrir vías que nos libren del fenómeno terrorista que viene asolando el país desde hace tantos años. Entiendo que el esfuerzo de los intelectuales de la categoría del señor Savater deben ir encaminados a abrir vías y no a cerrarlas.
Y menos aún entiendo que como aliada se haga acompañar de la señora Rosa Díez, a la que conozco desde antes de que fuese consejera de Turismo del Gobierno del señor Ardanza en aquel Gobierno vasco fruto de la coalición PNV-PSE, época en la que por cierto las dos comunidades que "conviven" en Euskadi vivieron una época de armonía.

Y me permito opinar porque he vivido 26 años en el País Vasco, del que tuve que marchar por ser insoportable la vida que allí me tocó vivir no hace muchos años, ya que además de ser un cargo electo durante 12 años militando en el PSE, también estuve en la lista de objetivos de ETA y tuve que vivir unos años acompañado de los escoltas correspondientes. Y desde el derecho que me da el haber vivido todo lo anterior es por por lo que me permito pedir que intentemos solucionar con todas nuestras fuerzas los hechos que motivan la miseria humana que me ha tocado padecer, y también por ello siento un profundo dolor cuando se crea un partido "anti...". Los ciudadanos que siguen en el País Vasco sufriendo el día a día merecen esfuerzos en la única dirección que debemos seguir: la de intentar con todos los medios democráticos posibles solucionar la lacra terrorista. No sumemos esfuerzos a la locura visionaria del señor Ibarretxe. Utilicemos la razón y no la víscera.
Por todo ello quiero hacer llegar mi felicitación al señor Sánchez-Cuenca y darles las gracias porque me ha hecho sentir que todavía quedan intelectuales lúcidos en este país.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante todo deseo manifestar que todos y cada uno de los señores que cita en su comentario me merecen el máximo respeto. Esto supuesto, conviene recordar que si no es lícito hablar de derechos cuando se trata de hechos, tampoco lo es contraponer nacionalismos, porque España es, según la Constitucion, Ley de mayor rango que cualquier otra, "nación indivisible, cuya soberanía radica en los españoles". El partido de Rosa Díez es, en este sentido, bastante más constitucional que el PNV y que Ezquerra Republicana de Cataluña y, aunque es posible que no obtenga muchos votos, también es casi seguro que cuente con algún diputado en el Parlamento. Además, y por definición, los tópicos son siempre verdades, ya sean antiguas o modernas y, por ultimo, si no se hubiera despreciado en muchos lugares y pueblos de España nuestra bandera nacional y no se hubiera hecho apología de otras banderas nadie llevaría la enseña roja y gualda "hasta en el collar del perro". De manera que cada palo aguante su vela, hombre.

Anónimo dijo...

Nunca pensé que una persona tan competente como Savater se uniera con otra tan resentida y trepa como Díez para quitar votos al PSOE. Si lo consigiera, el PNV disfruturá mejor de su victoria.

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