lunes, 1 de octubre de 2007

Niños de América Latina: 30 millones de hambrientos

Carlos del Frade

La nave de América Latina y el Caribe se debate como puede en el mar tramposo de la historia occidental. Desde hace cinco siglos y un poco más que parece acosada por contradicciones pero no es más que una permanente orgía en su contra. Sobran los alimentos y también sobra el hambre. Abundan los recursos naturales y abundan las urgencias humanas. No es el reino de la contradicción. Se trata de la lógica del sistema. Para que haya riqueza es necesario que haya pobreza. Y a mayor concentración de poder mayor desesperación entre los que son más. El territorio, una vez más, es América del Sur y el Caribe. Las venas siguen abiertas.

Aseguran los organismos internacionales que esparcen las cifras, que la región triplica los alimentos que necesita pero que, al mismo tiempo, treinta millones de pibas y pibes latinoamericanos sufren hambre en la zona. Es la clave de estos tiempos: naturalización de la abundancia y la pobreza en el mismo instante. Una obscenidad. Hace miles de años, antes de la llegada de la conquista europea, cuando todavía no había ingresado la llamada civilización, niñas y niños eran considerados como sagrados por los pueblos originarios. Hoy sucede lo contrario pero no parece importar demasiado. Treinta millones de chicas y chicos de América Latina y el Caribe sufren hambre. Eso dicen los técnicos e investigadores de la Comisión Económica para América latina (CEPAL) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un informe titulado "La pobreza infantil en América latina".

Allí se narra lo inadmisible: la región triplica la cantidad de alimentos que se necesita para que no exista el hambre. Sin embargo la falta de comida y la mala nutrición se multiplica por millones de cuerpitos. "La situación es especialmente crítica en Argentina, Honduras, Nicaragua, Colombia, Panamá, Bolivia y Ecuador. En ellos, hasta uno de cada cuatro niños carece de alimentación adecuada. Por contraste, Costa Rica, Chile y Uruguay presentan estándares cercanos a países desarrollados, con menos de un diez por ciento de indigencia entre los menores de 18 años", apunta el citado informe.

Agrega que "en cifras, los niños pobres son hoy más que en 1980" y que "la mayor paradoja es que el alza de la pobreza infantil se mantiene desde 1990, período que coincide con una fase de recuperación económica de la región, acompañada por mayores coberturas de salud y educación. De hecho, América Latina registra los más altos índices de todas las zonas en desarrollo en mortalidad de menores de cinco años, bajo peso al nacer, inmunización y presencia de parteras capacitadas en los nacimientos, entre otros", sostiene el documento.

Así navega por el mar de la historia la tierra prometida para miles y miles de familias europeas desesperadas entre los siglos diecinueve y veinte, agobiada por el saqueo que no tiene fin, arrebatada durante todos los amaneceres, América Latina y el Caribe insisten en su porfiada esperanza entre tanta hipocresía y obscenidad impunes.

Fuente: Diario Todo Corrientes

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