miércoles, 19 de septiembre de 2007

Si Imaz no cabe en el PNV, ese PNV no cabe en este país

El PNV nació con el fin de crear un Estado vasco, es algo que no se lo salta nadie, dijo el preboste Arzalluz asomado entre las bambalinas de su retiro tutelar desde la arraigada nostalgia de un nacionalismo-pueblo, demagógico y achatado, que desentona con el nacionalismo-sociedad por el que apuesta su compañero Imaz. Quizá don Xabier haya querido con ello poner un epitafio político a quien ha desistido de postularse como presidente del Partido Nacionalista Vasco en evitación de pugnas intestinas como en un pasado reciente. El interesante artículo de Imanol Zubero subraya, sin embargo, que si un dirigente como el señor Imaz no cabe en el PNV es señal de que ese PNV no tiene cabida en este país: Aunque sea sin Imaz, sólo un PNV de Imaz podrá volver a conectarse con el pulso profundo de la Euskadi del siglo XXI. Un pulso que nada tiene que ver con el ritmo taquicárdico que algunos quieren inyectarnos a golpe de consulta, y sí mucho con el desenvolvimiento tranquilo de una sociedad cada vez menos semejante a lo que fue ayer y cada vez más parecida a la que será mañana. Comparto ese higiénico y respirable punto de vista, el más adecuado para una sociedad ulcerada por tantas heridas de miedo, mordaza, chantaje y muerte como las ocasionadas por una banda de facinerosos que también justifica su proceder en la meta de un Estado vasco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que haya dos nacionalismos, uno dialogante y otro soberanista. Creo que los dos son por naturaleza soberanistas y que a unos les mueve la prisa, apesar de la violencia, y a otros la táctica, esperando estos a que se resuelva antes el problema de la violencia.

Anónimo dijo...

Años con lo mismos y años que nos esperan, pero si en el país vasco hay de todo porque se quieren imponer unos cuantos a todos los demás.

Publicar un comentario