viernes, 21 de septiembre de 2007

José M.Castillo se va de la Iglesia: Vive para sí misma, no para los que sufren

Luisa de León

En una carta tan breve como elocuente y emotiva, otro esclarecido teólogo, don José M. Castillo, comunica a la Compañía de Jesús, orden religiosa a la que pertenecía, que se va de la Iglesia: Roma no tolera la libertad de pensar y hablar, dice, y callarse en este momento es hacerse cómplice de lo que está pasando: Me preocupa mucho la Iglesia, su bloqueo en la burbuja clerical, que le impide ver la realidad de muchas cosas y que no le permite relacionarse con el dolor del mundo. La Iglesia vive para sí misma y no para los que sufren. Y eso no se puede dejar así. Al menos nos queda la palabra. Por esa palabra, que partir de ahora será más libre, es recomendable leer la misiva de don José y algunos otros artículos que perfilan su personalidad y pensamiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se van los que miran adelante. Los que se quedan atrás, se quedan con nosotros.

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