Mónica González
El pulso de Chile tuvo el 29 de Agosto un solo ritmo: la demanda social durante décadas asfixiada, ahora, a 17 años de recuperada la democracia y con Pinochet bajo tierra y convertido en "innombrable", resurge con nuevos bríos y un creciente enojo de los trabajadores y los excluidos. A la misma hora en que los trabajadores lidiaban en la calle con fuerzas policiales en la masiva protesta contra la desigualdad social que consagra el modelo tan elogiado por los organismos financieros internacionales, en el Congreso se votaba la reforma previsional, tarea clave del gobierno de Michelle Bachelet.
Y en el Parque del Recuerdo, los representantes del mayor ingreso de Chile se congregaban para despedir los restos del hombre más rico de Chile: el empresario Anacleto Angellini, cabeza de uno de los grupos económicos más importantes -el holding Copec- cuya capitalización bursátil alcanza a los US$ 19.900 millones.
En las calles, los trabajadores protestaban airados por un salario mínimo que pasó de US$ 260 a US$ 277 aproximadamente. En el Cementerio estaba reunido el sector que representa al 20% más rico de la población y que captura un ingreso que equivale a 14 veces el que recibe el 20% más pobre.
Vídeo: Represión Policial en Chile
Clarín.com
2 comentarios:
¡La que se habría armado en los medios que todos sabemos si esto se hubiera producido en Venezuela!
Más parecía otro Chile ese Chile.
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