martes, 18 de septiembre de 2007

El Mundo, Anson, Chávez y Garzón

Félix Población

Hace unos días, don Luis María Anson tituló así su Canela fina en el diario El Mundo: Chávez y la homosexualidad. Sostenía el deslustrado académico, en un afán más por hacerse notar cuando ya sobre su ingenio pesan los seniles achaques de una carrera en extremo dilatada, que el presidente de Venezuela debería exponer a las claras sus preferencias sexuales, con la muy explícita sugerencia de que el señor Chávez es gay, pues así lo manifiestan algunos foros de Internet en los que el maestro de periodistas se basa como fuente, tan fiables como aquellos otros en donde se le podrían imputar al propio señor Anson otras querencias contraídas con los privilegios de su magisterio.

Ante semejante insinuación, el citado periódico recibió una inmediata réplica de la embajada venezolana en Madrid, que fue censurada por el director del diario, así como otras varias misivas de protesta de diversos colectivos que no fueron publicadas por don Pedro el de la Jota, tan combativo él y su rotativo con los supuestos ataques a la libertad de expresión en el país caribeño.

Hoy mismo se dan a conocer en el diario El Plural la críticas recibidas por el diario El Mundo a cuenta de su información sobre el Festival de la Paz y la Espiritualidad que tuvo lugar el pasado 19 de agosto en Estocolmo. Intervino en el mismo el juez don Baltasar Garzón, figura a la que el periódico de don Pedro J. Ramírez dispensó un tratamiento irónico y sarcástico pese al carácter de la convocatoria y a la propia intervención del señor Garzón, en la que se refirió a un asunto de tanta trascendencia como el enjuiciamiento de los genocidas de Estado.

Pues bien, de las tres cartas de réplica en la que varios organizadores exponen sus quejas al diario por el improcedente tratamiento informativo, don Pedro el de la Jota sólo se ha permitido publicar la del director del evento, en la que Donald Reid se lamenta de que en un prestigios periódico como El Mundo se diese un trato superficial y deliberadamente engañoso sobre el acto. Ni la de Emile Hunter, coordinadora de Investigación y Programas del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Nottingham, ni la de Alan Cantos, director del Comité de Apoyo al Tibet, han aparecido en el rotativo.

Que uno de los más cualificados columnistas de un periódico formule y siente opinión sobre un Jefe de Estado basándose en oscuros foros de Internet y que un periodista, enviado especial de ese mismo medio, se preste a la ironía cuando informa sobre la necesidad de que la justicia persiga a los genocidas o la defensa del Estado de Derecho, sólo por aversión a quien está en la tribuna, deja en evidencia por qué se censura y se eliminan en ese periódico los criterios que reprochan esos deplorables procedimientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas cosas son las que juegan en descrédito de un periódico cuyo director tanto descrédito arrastra a lo largo de su vida profesional.

Anónimo dijo...

Anson nunca se recobrará de ABC, La Razón y lo que venga.

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