La tregua, el rearme de ETA y la derecha del cristal

Lazarillo

Es de esperar que la visión negativa que del rompimiento de la tregua hace mi apreciado don Francisco García, director de La Opinión-El Correo de Zamora, quede de inmediato corregida por la práctica diligente y efectiva de acciones antiterroristas como la desarrollada esta misma madrugada en el suroeste de Francia con la detención de tres presuntos miembros de ETA, pertenecientes a su aparato militar y supuestos ejecutores del atentado de Barajas, con la operación todavía abierta y pendiente quizá de próximos resultados. Es la mejor noticia que podía darse en las presentes circunstancias, tan prestas al desaliento en algunos analistas. Es lo que noto en el comentario de mi estimado colega en la capital del Duero, además de insuficiencia notoria en su última aseveración: Hubo rearme por parte de ETA, es obvio, como lo hubo en las precedentes treguas mantenidas bajo unos u otros gobiernos, pero una tregua también comporta la evitación de asesinatos, aunque haya habido dos durante la última, inserta ésta además -no conviene olvidarlo- en el periodo legislativo que menos víctimas mortales arroja en el deleznable historial de la banda terrorista. Quedarse sólo con la conclusión de que hubo rearme es objetivamente incorrecto. Lo mismo sería quedarse únicamente con las 92 detenciones de etarras durante los pasados meses para defender que ZP no bajó la guardia, tal como también señala y reprocha el señor García. El resto de lo que dice don Francisco depende del cristal con que se mire, que en la recoleta y levítica Zamora suele estar a la derecha:

El gesto televisivo de Zapatero se ha desencajado. Tiene el presidente la mirada perdida, como un boxeador grogui que se tambalea después de recibir un derechazo en el mentón que no esperaba. No debió bajar ZP la guardia, ni encerrarse en el cuadrilátero con un lobo que llevaba disfraz de cordero: le ha comido la mano al zagal de León y le ha puesto contra las cuerdas, con los dientes asomándole a la yugular. ¿Qué esperaba Zapatero de semejante calaña? ¿Abrir el vals del encapuchado y que vivan los novios? Que ETA vuelva a las armas es una desgracia de la que no debe alegrarse ningún malnacido y que jalearán los malnacidos del pistolón y sus cachorros famélicos de sangre. En realidad no hubo tregua: sólo rearme.

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ZP PASA LA PÁGINA DE ETA
El anuncio del fin del alto el fuego permanente –alguien de ese mundo debería explicar una día qué demonios entienden por ‘alto el fuego’ y por ‘permanente’- es una noticia trágica para quienes llevan media vida mirando a diario los bajos de sus vehículos, aunque, políticamente, para el PSOE es un auténtica liberación porque deja al PP sin su único discurso. Se espera con expectación que Rajoy explique ahora en qué ha consistido la rendición del Gobierno o que la inigualable oratoria de Acebes nos describa qué ha obtenido Zapatero a cambio de sus genuflexiones.
Juan Carlos Escudier, Preferiría no hacerlo.

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LO DESEABLE DE BATASUNA
Importan menos las frases dichas desde el campo de la política democrática; importan más las frases aún no dichas desde el espacio del abertzalismo radical. Sus futuros 25 alcaldes y sus más de 300 concejales deberían verse sacudidos en lo más hondo por el último panfleto de ETA, que los reduce a títeres de un régimen fascista. Un mínimo de coherencia debería llevarles a adoptar una de estas tres decisiones: o dimitir como expresión de rechazo a este fascismo que, ETA dixit, “deja a los partidos y a los ciudadanos sin derechos”; o dimitir como expresión de rechazo a la pretensión de mezclar los votos de ANV con las armas de ETA; o afirmarse en la política y condenar radicalmente la irrupción militarista de ETA.
Imanol Zubero, Atrio.