sábado, 16 de junio de 2007

La mano crispada de la Dama de Marbella

Lazarillo

Con la de restaurantes que hay en Madrid, tan sobresalientes de paladar como de dispar menú y dispersa ubicación, don Alberto Ruiz Gallardón, que hoy renueva su título de alcalde de la Villa, va y coincide en las vísperas de su toma de posesión con la atractiva abogada catalana doña Montserrat Corulla en Come Prima, una trattoria a la siciliana muy en boga últimamente, ubicada en la gastronómica calle Echegaray. Como la rúa y el lugar no son precisamente desconocidos para los reporteros chismosos, las cámaras estaban allí en el momento en que doña Montse, la apodada Dama de Marbella, detenida bajo la acusación de blanqueo de dinero hace más de un año en el marco de la llamada Operación Malaya, abandonaba el restaurante, una hora más tarde de que lo hiciera el señor Ruiz Gallardón.

Según recuerdan los madrileños, que le hicieron pagar a don Miguel Sebastián su mal estilo en las pasadas elecciones municipales, el candidato a la alcaldía de Madrid por el Partido Socialista mostró a don Alberto en un debate en televisión la portada de una revista en la que aparecía el agraciado rostro de la señora Corulla. Trataba de indagar don Miguel qué tipo de relación mantenía el primer edil con don Montserrat, sin concretar el verdadero objetivo de su pregunta. A saber: que como abogada del despecho de los letrados Sánchez-Zubizarreta-Soriano-Zurita, vinculado directamente con la Operación Malaya, doña Montse había hecho diverso tipo de gestiones con la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid. En su calidad de testaferro del encarcelado Juan Antonio Roca, la señora Cogulla Castro adquiría viejos palacetes en ruina que eran rehabilitados y vendidos como hoteles de lujo mediante sociedades creadas por el señor Roca, cerebro de la trama marbellí.

Cuentan los camareros de Come Prima que los protagonistas de la noticia coincidieron en el local por separado y que no compartieron una misma mesa, pero el azar ha querido que de todo ello nos quedara la mano crispada de la bella doña Montse sobre el hombro de su chofer, a su precipitada salida del restaurante, luciendo esas gafas-mosca que más parecen destacar que propiciar su anonimato. Haya habido o no cita previa o fortuita casualidad, lo cierto es que esa mano denota una mala digestión por refinado y suculento que haya sido el menú. El afán de huída e inquietud que muestra la tensión de esos dedos me ha hecho recordar los celebrados versos de la décima de mi admirado fray Luis:

Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese humilde estado pertenece a otro mundo Lazarillo, el de la fe, la fraternidad y la sensibilidad, destronado por el del lucro, el egoismo y la codicia.

Anónimo dijo...

Las personas, aunque tenemos los mismos derechos, somos muy diferentes. Si yo fuera esa señora no me atrevería a acudir a lugares en los que se me pudiera fotografiar, pero si no obstante lo hiciera no me pondría gafas negras ni ensayaría gestos teatrales de mártir. Se puede ser valiente sin hacer comedia. Si Fray Luis escribió lo que sentía, Calderón y Benavente escribieron lo que veían. Y lo que veían era un gran Teatro en el que cada cual desempeñaba un papel. Y el apuntador se llamaba interés.

Anónimo dijo...

Disculpa el oftopic // Quería navegar en tu blog pero no veo que haya calendario. ¿Cómo se puede acceder a posts más antiguos?

Anónimo dijo...

En la columna de la derecha figuran por meses y años todos los post anteriores. Gracias por tu interés.

Anónimo dijo...

Gracias. Curiosamente con Firefox (uso Mac) se pierden muchos elementos de la barra lateral. He probado con Safari y lo veo perfectamente. Saludos.

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