viernes, 29 de junio de 2007

El alcalde de Salamanca proscribe la bandera gay

Lazarillo

Hasta setenta países de este nuestro enfebrecido planeta Tierra persiguen al día de hoy la homosexualidad como si se tratara de un delito. En ocho de ellos subsiste incluso la pena de muerte contra quienes pretendan asumir, vivir y sentir así su sexualidad: Afganistán, Arabia Saudita, Irán, Mauritania, Pakistán, Sudán, Yemen y algunos estados de Nigeria. El informe de Amnistía Internacional señala también que en naciones como Lituania, Moldavia, Rusia y Rumania está prohibido todo tipo de manifestación pública a favor de la homosexualidad. La citada organización nos advierte que dentro de la Unión Europea el caso reciente de Polonia supone una regresión en toda regla sobre los derechos de la persona, pues su Gobierno está empeñado en prohibir la promoción de la homosexualidad o cualquier otra desviación.

Ayer se celebró el llamado Día del Orgullo Gay y el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Salamanca quiso hacer ondear la bandera del arco iris en los balcones del edificio municipal, abiertos a la vistosa y espaciosa Plaza Mayor. Por dos veces el señor Lanzarote, alcalde de la ciudad, hizo retirar con suma presteza tal enseña, alegando que su flameo no se correspondía con la entidad histórico-artística del recinto. Durante meses, sin embargo, la balconada del consistorio salmantino, gobernado por el Partido Popular, presentó a la ciudadanía una ostensible pancarta en contra del traslado a Cataluña de los documentos de la Generalidad, conservados en el Archivo General de la Guerra Civil desde la victoria del general Franco. Sirviéndose para tal objetivo partidista de la frase de don Miguel de Unamuno Venceréis pero no convenceréis, dirigida al ejército rebelde por el escritor vasco en los primeros meses del conflicto armado, el alcalde don Julián no sólo atentó con tan extraviada ocurrencia contra el Patrimonio que ahora tanto parece defender, sino contra la historia, la dignidad y el respeto debidos al más eminente rector de la universidad salmantina.

Breviario (1-07-07)
OTRA VEZ SALAMANCA
Salamanca vuelve a ser noticia gracias a su alcalde Lanzarote. El Día del Orgullo Gay fue colocada una bandera multicolor en el pequeñísimo balcón al que se accede desde las dependencias del Grupo Municipal del PSOE, y que da hacia la plaza mayor de la ciudad. En breves instantes, esta bandera fue retirada, sin saber ni cómo, ni por qué, ni por quién. De nuevo, el Grupo Municipal Socialista decidió colocar una nueva bandera, esta vez solicitando el permiso del equipo de gobierno del Ayuntamiento. De nuevo, la bandera fue retirada por la policía local, cumpliendo órdenes de la alcaldía, aunque sin portar por escrito la denegación del permiso.
Parece ser que al alcalde no le gustaba poner una bandera que estropeaba, según él, la vista de un monumento insigne. Supongo que recordará, señor director, que durante muchos meses la fachada del Ayuntamiento de Salamanca lució una enorme pancarta, reclamando unos documentos que no nos pertenecen. Me pregunto por qué esta vez el alcalde no ha accedido a que la plaza de Salamanca luzca un símbolo como es la bandera arco iris, emblema de progreso y tolerancia. El alcalde debería pensar en todas las salmantinas y salmantinos que ven en esa bandera el reflejo de su sexualidad, y entre los que seguramente se encuentran algunos de sus votantes. De nuevo, el alcalde Lanzarote demuestra su falta de respeto a la pluralidad de la ciudadanía.

Dolores Pereira

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi juicio, el grupo socialista se equivocó pues también el gremio de alfareros es muy resptable y no por eso van a colocar su bandera en el Ayuntamiento, suponiendo que la tuvieran. Los colores del Arco de Iris de la bandera gay significan, ante todo, libertad y ésta es un atributo comun a gays, socialistas, populares, militares sin graduación, curas, Hermanas de la Caridad, etc. En el caso de las personas que optan por ser homosexuales esta bandera proclama su derecho a elegir y ese derecho es precisamente la mas patenta manifestación de libertad. Los Gobiernos que condenan a la homsexualidad condenan la libertad y ya puede verse a que naciones corresponden. Pero no conviene mezclar churras con merinas.

Anónimo dijo...

Pues mala cosa es que esos atributos de todos molesten al señor alcalde, a no ser que el alcalde pertenezca al gremio de los gemelos polacos.

Anónimo dijo...

No me consta que haya dicho que le molestaran, ni tampoco que el colectivo gay le haya pedido que su bandera figure en el Ayuntamiento. Me consta que lo ha pedido el grupo socialista y no sé cual es la razón. No será, espero, la de engañar al colectivo gay asegurándole que es él unicamente quien respeta los derechos y libertades de ese importante y creciente colectivo que, como sabe, vota.

Anónimo dijo...

Sólo el Partido Socialista ha hecho posible lo que usted sabe, DB, y eso lo reconocerán los homosexaules en cualquier ciudad de España. A eso le llama reconocimiento, no engaño.Para engaños bastantes tuvimos con Aznar y los suyos.

Anónimo dijo...

Lo que escribe usted, Babi, es cierto, porque el socialismo siempre ha defendido la libertad frente a la opresión. Si Aznar nos engañó, ¿eso justifica que nos engañe Zapatero? Si algún iluminado confunde alguna vez y por las razones que sean, libertad con capricho personal o pretende imponer su criterio a los que no opinan como él valiéndose de los resortes que el Poder otorga debemos protestar. Cuando el PSOE hizo suyos los derechos de los gay, se ganó la voluntad de muchos que siempre hemos defendido la libertad. Lamentaríamos que tras conseguir el poder quedáramos defraudados; pero si tal cosa ocurriera, y en nombre de esa misma libertad, denunciaremos todo aquello que atente contra ella y contra los derechos de la persona humana, porque tanto la libertad como esos derechos son inalienables.

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