
El próximo sábado se inicia en Nicaragua la segunda campaña nacional de alfabetización José Martí, que en un plazo de poco más de dos años tratará de declarar al país territorio libre de analfabetismo. No hay calificativo más idóneo que ése cuando antecede al conocimiento de la expresión escrita. Cabe aplicar al saber y significado emancipador de la palabra lo que nuestro olvidado poeta Gabriel Celaya aplicaba a la poesía:
Poesía para pobre, poesía necesaria,
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Debemos confiar en que esta vez, gracias a la protección de la Policía Nacional, nadie atente contra las brigadas de maestros que se desplazarán por todos los rincones del país para acabar con ese 30 por ciento de ciudadanos analfabetos a los que hay que liberar de su silencio. Es tan dinámico el ritmo de lucha contra esa vieja lacra, en el que sin duda habrá de influir la vieja sed de cultura de sus beneficiarios, que en los tres pasados meses han aprendido a leer y escribir algo más de cien mil nicaragüenses.
En Brasil, la mitad de la población mayor de sesenta años es analfabeta funcional según un reciente estudio difundido por la Fundación Perseu Abramo. A lo largo de su dilatada existencia, ese 50 por ciento de ciudadanos brasileños no ha pasado de superar apenas las letras de su nombre como único trazo escrito de su vida, asomada ya al último tramo sin poder articular con los ojos que la contemplan o las manos que la sostienen lo que Celaya dijo de la poesía y cabe adaptar a la palabra con todo su horizonte de comunicación y libertad:
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
4 comentarios:
¿Quién dijo aquello de que cuando oigo hablar de cultura echo mano a mi pistola? Pues lo que ha hecho Ortega es utilizar la pistolas para preservar la cultura.
¿Y dijo algo el Papa en Brasil de aquello de "enseñar al que no sabe" o sólo enseña que el Paraíso es no catar del árbol de la ciencia?
Anónimo, eso es ideología y el Papa ha dicho que la iglesia del Papa no es ideología. Oigan, yo tampoco encontré la foto de la hostia de Pinochet.
Esa foto no hay quien lo tope, que no.
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