martes, 10 de abril de 2007

La verdad del PP según Calomarde

Félix Población

Don Joaquín Calomarde, diputado del PP por Valencia, se ha caracterizado en los últimos meses por sus serenas y mesuradas críticas contra la estrategia de la crispación que ha llevado a cabo su partido a lo largo de la actual legislatura. Su último artículo, publicado en el diario El País el pasado 29 de marzo, le costó ese mismo día el puesto como portavoz de la Comisión de Educación en el Congreso. Don Joaquín no parece haber cedido, sin embargo, en su afán por recuperar algo de comedimiento en la actitud de los sectores más asilvestrados del aznarato genovés. En esta ocasión no lo manifiesta en el periódico del señor Polanco, boicoteado por el Partido Popular en contra de la opinión del propio señor Calomarde, sino en el diario electrónico El Plural, medio en el que suele colaborar con cierta frecuencia.

Dice el señor Calomarde que la oposición ha caído en el enorme error del cultivo de la desmesura y que no puede seguir utilizando electoralmente el terrorismo, ya que esto supone un pésimo ejemplo para la estabilidad del país y del Estado. Nunca en treinta años de democracia, la oposición parlamentaria ha utilizado contra el Gobierno la política y la lucha contra el terrorismo. Recuerda a este respecto don Joaquín el propósito inicial que expuso don Mariano Rajoy como estrategia a seguir. Aquello de una oposición serena, moderada y educada se ha trocado en algaradas más propias de película del oeste que de la Camara de los Comunes.

Para don Joaquín Calomarde es misión de la oposición controlar la acción del Gobierno, pero no torpedearla como se ha hecho en materia de lucha antiterrorista, aunque considere también que ciertos errores del Gobierno han contribuido a propiciar ese clima político y denuncia, en ese sentido, la falta de diálogo con la oposición. Las cosas, lamentablemente, no han ido por el camino deseado y ello no ha sido bueno, ni para nuestro país, ni para el Parlamento, ni para el Gobierno, ni para el principal partido de la oposición, asegura don Joaquín.

El señor diputado por Valencia apela al final de su artículo al olvido de la exasperación, los gritos, las algaradas y las broncas: ejerzamos una oposición leal con el Gobierno legítimo de España; dura, cuando sea preciso, pero nunca antipoder, y jamás rozando laminar los valores máximos de concordia, libertad y convivencia plena de la democracia española. Los españoles, todos, sabrán valorarlo y, sin duda, agradecerlo.

Han tenido que pasar tres años, tres, para que alguien desde el Partido Popular se atreviera a formular esta atinada propuesta de sentido común, previa quizá al varapalo que por su falta de sentido común y desmesura puede sufrir la airada oposición en las urnas. Se dirá que sólo es una voz disidente en un PP aparentemente aquiescente a todo lo visto y oído hasta ahora, pero hay motivos y expectativas para creer que la corriente de opinión que el señor Calomarde expresa no es ni mucho menos excepcional. No creerlo sería cosa de muy oscura desazón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La argumentación del señor Calomarde quizás tuviera mayor valor si se dignara describir esos "algunos errores cometidos por el Gobierno". Es cierto que el PSOE apoyó al Gobierno del PP en su lucha antiterrorista y que ahora el PP no ayuda al Gobierno, pero también lo es que el Gobierno no le da muchas facilidades puesto que oculta cosas al primer partido de la opiosición, miente en algunos casos y el Presidente del Gobierno se niega a responder a las preguntas de la oposición en el Parlamento largándose por los cerros de Ubeda, con muy poca fortuna, por cierto. Esto, naturalmente, no favorece mucho a calmar los ánimos, sino al contrario. Si el Gobierno desea la colaboración del PP, lo primero que tiene que hacer es informarle y explicarle el motivo de las decisiones que se toman, como quedó establecido en el pacto antiterrorista.

Anónimo dijo...

Hará bien el PP en seguir así para que el PSOE vuelva a ganar, no hay mejor oposición que una oposición torpe.

Anónimo dijo...

Puede ser. No obstante, jamás ganará el PSOE con esa política torpe pero valiente. En cambio, con una política convenientemente domesticada por el Gobierno entonces sí que podría obtener mayoría absoluta el PSOE.

Publicar un comentario