Félix Población
Acabamos de enterarnos, a través de la entrevista publicada en el diario Gara, de la conmemoración que ETA acaba de hacer del Aberri Eguna o Día de la Patria Vasca: no hubo a la postre el previsible comunicado, sino una larga interviú de cinco páginas de la que muy poco contenido puede estimarse digno de reseña, aunque las circunstancias políticas demanden mayor atención de la que merece.
Esa precariedad noticiosa, además, se corresponde con la demagogia y el carácter chulesco, cínico y desafiante que la banda suele imponer a su discurso, configurado siempre como una suerte de jerga mafiosa por quienes ocupan su desalmado equipo de pensamiento. Ese sentido es el que cabe interpretar del titular que hoy ha merecido la atención de los más importantes diarios nacionales: ETA anuncia su disposición de asumir compromisos firmes con un escenario de ausencia de violencia si desaparecen los ataques contra Euskal Herria.
Como modelo de esos compromisos se refieren los etarras a los que hicieron públicos el pasado 24 de marzo de 2006, aunque muestran su disposición de adoptar otros nuevos, sin duda apremiados por la ruptura de esa tregua definitiva que supuso el atentado de Barajas del pasado 30 de diciembre. Con referencia a éste, la banda terrorista lo justifica como una respuesta a los ataques permanentes del Gobierno español. Para ETA esa acción no rompió nada: Nuestra intención -afirman quienes mataron a dos emigrantes ecuatorianos- era influir para la reconducción del proceso con bases más sólidas.
Con referencia a dicho proceso, los entrevistados aseguran que había un compromiso por ambas partes de que se daría una distensión, como requiere cualquier proceso de resolución de un conflicto. Aluden los terroristas a la necesidad de respetar los compromisos para que pueda desarrollarse tal proceso.
Si esas bases más sólidas para la reconducción del proceso y esos compromisos de distensión están al arbitrio del proceder asesino que ETA puede determinar en fechas como el pasado 30-D para ensanchar el caudal de sangre derramada por sus sicarios -según se infiere de la información publicada hoy por el diario El País-, no hay nada de qué tratar con ETA para ensanchar ningún proceso. En ese caso el único proceso a seguir es el de la persecución de la banda hasta lograr lo que una democracia únicamente puede admitir como herramienta política: la defensa y promoción de las ideas a través de la palabra.
Aunque mucho me temo que para ese afán es tal la falta de entrenamiento etarra, de la que dan prueba sus voceros cada vez que lo ejercen, que posiblemente no sea muy brillante su porvenir. Matar y hablar es más que una antonimia. Esas dos voces, además de oponerse, se anulan una a otra.
RedDiario
Noticia
EL COMANDO DONOSTI NACIÓ EN VÍSPERAS DE LA TREGUA
ETA declaró el 22 de marzo de 2006 su "alto el fuego permanente" con un vídeo difundido por la televisión pública vasca. Sin embargo, el jefe del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, había ordenado al menos dos semanas atrás la creación de un nuevo comando Donosti dirigido supuestamente por José Ángel Lerín Sánchez, Jaxinto, quien fue detenido la semana pasada por la Guardia Civil. ETA proclamaba la tregua, pero a la vez se preparaba para volver a actuar. El grupo montado en Guipúzcoa tenía explosivos e información sobre objetivos terroristas, cinco de ellos muy elaborados, pero aún no estaba autorizado a hacer atentados.
Diario El País.
Artículo
LA OPCIÓN ARALAR
(...) Hemos llegado a aceptar, algunos al menos, que no se pueden cerrar todas las vías para que quienes se consideran vascos independentistas de izquierda no puedan hacer oír su voz en las instituciones democráticas. Pero se nos ha olvidado enfatizar que esas ideas, con rechazo absoluto de la violencia, las defiende ya “Aralar” y, en cierta medida, Eusko Alkartasuna. Así que –las cosas claras- los que desean un País Vasco independiente y de izquierdas ya tienen donde dirigir su voto. Los irreductibles, los que siguen los vaivenes de Otegui, tendrán que aceptar el duro camino de la ilegalidad… y el mismo destino final.
Eduardo Sotillos, El Plural
3 comentarios:
Creo sinceramente que damos mucha importancia a ETA y a su entorno. Bien miradas las cosas, las pretensiones de la denominada "izquierda de la raza vasca" constituyen una utopía de tomo y lomo, porque no se concibe en Europa nación totalitaria alguna y eso es lo que pasaría si Euskadi se configurase como tal y si el reaccionario PNV se mantuviera quieto, cosa bastante poco probable. La única posibilidad sería que la independecia de Euskadi fuera subvencionada por todos los españoles y eso sería ya el colmo. Por todas estas razones y algunas más a las que ya me he referido en otros comentarios a ETA conviene vencerla puesto que por lo visto convencerla es imposible. Prescindiendo de cualquier ideología política democrática hay que darse cuenta de que lo que la banda pretende carece de sentido, ya que la ciudadanía vascongada viviría mucho peor con independencia que sin ella. Se argumentará que, aún así, se debe negociar puesto que si no se hace ETA mata, pero a eso se le llama chantaje y todo el mundo sabe lo que hay que hacer cuando topa con un chantajista.
Este gobierno ha puesto voluntad como los precedentes de poner fin a ETA mediante el diálogo. Todo parece indicar a la vista de las últimas informaciones que ETA se ha atenido al principio de si quieres la paz prepara la guerra. El gobierno debe prepararse para lo peor, no para lo mejor, como creo ocurría hasta ahora.
No los convencerá más que el rigor y el hartazgo de su base social.
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