miércoles, 18 de abril de 2007

Ecuador: Por la justa distribución de la tierra y la riqueza

Melibea

Acabamos de asistir al masivo refrendo de una iniciativa política avalada por quien ya obtuvo en su día un mayoritario apoyo en su elección como Presidente del país. De éxito rotundo cabe calificar el obtenido por el Gobierno de don Rafael Correa tras la consulta ciudadana para aprobar la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Según el Tribunal Supremo Electoral, más de 80 por ciento de los votantes ha respaldado esa iniciativa frente a un 12 por ciento que la ha desechado. Esto viene a significar el hartazgo y la repulsa de la ciudadanía a un sistema político corrupto que situó a Ecuador a la cabeza de América en tan afrentosa ranking, con uno de los más altos índices de exclusión social, sobre todo entre la población indígena y de color, que obligó a dos millones de ecuatorianos a buscarse la vida en la emigración. Don Juan de Dios Parra es emigrante chileno en Ecuador desde hace más de 20 años y actual asesor del vicepresidente de aquella República. Frente a ciertas informaciones de turbia o interesada fuente que puedan inducir a pensar lo contrario a raíz de ciertos alborotos protagonizados por la oposición, don Juan de Dios asegura que el ambiente en el país es sumamente tranquilo, pacífico, respetuoso de la vida y esperanzado en la democracia. En cuanto a la Constituyente afirma que no debiera limitarse sólo al cambio de la institucionalidad: La Constituyente es de plenos poderes para garantizar que, junto con elaborar una nueva Carta Magna, se asegure la continuidad del proceso de cambios profundos que se ha iniciado. Y ello pasa por redefinir la propiedad de la tierra y de los recursos naturales, la distribución de la riqueza, la inclusión social, la protección del medio ambiente y el reconocimiento de la calidad pluricultural de este país.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo eso estaría muy bien y ojalá se legisle con justicia. Ahora bien; como en dicha legislación aparezca algun artículo que concentre la mayoría del poder en la figura del Presidente de la nación la democracia quedará seriamente dañada.

Anónimo dijo...

Qué perefeccionistas son algunos con las democracias en las que se intenta evitar que los pobres sigan siendo pobres.

Anónimo dijo...

Nadie es perfecto, pero el fin jamás justifica los medios y la libertad junto con el amor son los atributos muy importantes de nuestra naturaleza. Los antiguos romanos tenían esclavos; los vestían, los alimentaban, y les daban techo. Pero no eran felices. Así pues, los gobiernos han de esforzarse en conseguir la supresión de la pobreza, pero con libertad.

Anónimo dijo...

A los gobiernos les suelen quitar la libertad los pocos que poseen la riqueza en contra de los muchos que la padecen.

Anónimo dijo...

Si así ocurre es porque esos gobiernos no se ocupan de proponer leyes justas que destruyan esa influencia. De proponerlas y, una vez aprobadas, cumplirlas aunque eso signifique incurrir en grandes riesgos.

Publicar un comentario