jueves, 26 de abril de 2007

Dos lecturas de la política

Celestina Tenerías

El texto que sigue, de autor anónimo y nacionalidad mexicana, concebido en alusión al PRI del grande, dilatado y corrupto poder, puede leerse según las normas convencionales, de principio a fin, y se interpretará como manida y convencional promesa electoral propia de todo partido político que aspire al Gobierno. Pero como la escritura que ha merecido mi atención tiene su origen en una realidad tantas veces despachada en sentido muy contrario al de las promesas por los gobernantes de turno, el ingenioso autor ha querido que el significado de su prosa se pudiera interpretar según esta práctica, para lo cual quien leyere sólo tendrá que invertir el proceso siguiendo el texto desde la última a la primera línea. Mi dilecto amigo Ángel, de PiensaChile, es quien ha recolectado esta aguda pieza de dominio expresivo, merecedora sin duda de apuntación:

En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos.
Sólo los imbéciles pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es
que la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales.
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte del gobierno
como en otros tiempos.
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro mandato.
Pese a eso, todavía hay gente estúpida que piensa que
se pueda seguir gobernando con las artimañas de la vieja política.
Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que
se acaben las situaciones privilegiadas y el tráfico de influencias.
No permitiremos de ningún modo que
nuestros niños tengan una formación insuficiente.
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceremos el poder hasta que
comprendan desde ahora que
Somos la "nueva política".

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