Melibea
Fue muy celebrada ayer en Cartagena de Indias la detallada recordación que hizo don Gabriel García Márquez, durante la cuarta edición del Congreso Internacional de la Lengua Española, de los meses de trabajo dedicados a la creación de su más afamada novela, Cien años de soledad. Es en cierto modo una prueba de realismo mágico, vino a decir el escritor colombiano, que desde la más estricta soledad, con sólo dos de los dedos de sus manos y teniendo como única herramienta las letras del alfabeto, se hayan editado hasta ahora 30 millones de ejemplares de esa obra, traducida a 35 idiomas distintos, 40 años después de su gestación. Pero si amena y hasta graciosa estuvo la alocución del Premio Nobel de Literatura 1982, en la que no faltaron algunos significativos pormenores de las penurias familiares por las que discurrió su ingenio, no le fue a la zaga en sutileza la anécdota que con ocasión del evento celebrado en la bella ciudad colombiana contó el ex presidente de aquel país don Belisario Betancourt. Versa ésta sobre las relaciones rotas entre don Gabriel y el escritor peruano Vargas Llosa, algo que tuvo lugar hace más de 30 años con ocasión del varapalo que don Mario le propinó a su colega por los consabidos celillos propios del oficio. El señor Betancourt ha asegurado ahora que podría darse una reconciliación entre ambos genios de la literatura, a pesar de lo que sigue: A cada uno de los dos se le preguntó si no tenía problema en incluir un viejo ensayo de Vargas Llosa en la reciente edición homenaje de Cien años de soledad. Don Gabriel dijo: No tengo inconveniente, pero no se lo voy a pedir. Y don Mario replicó a su vez: No tengo inconveniente, pero no se lo voy a ofrecer.
Breviario (28-03-07)
PUEBLO Y LIBRO
En menos de 48 horas, la venta de la edición conmemorativa de Cien años de soledad, auspiciada por las Academias de la Lengua Española y la editorial Alfaguara, ha superado todas las expectativas en Colombia, con casi 30.000 ejemplares. ¿Publicidad, conmemoración, bajo precio -6 euros- o cultura? En todos caso, un caudal de palabras vigorosas de expresión para que un pueblo gane en la expresión de sí mismo.
DdA
1 comentario:
Muy buena la anécdota, Meli, y mejor contada, saludos.
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