sábado, 3 de marzo de 2007

Esas caras, esas banderas

Lazarillo

Permítame el curioso lector que en medio de la gran batahola que ha fomentado la airada oposición por el caso De Juana y después de haber soportado una vez más el flameo de las enseñas de la patria adulteradas por la gallina del viejo régimen, así como las manifestaciones espontáneas de ese españolismo añejo que empantana de libre circulación las perspectivas de gobierno del Partido Popular, repare en lo que sigue a modo de licencia y como supuesto votante de centro: En el PP han mandado hasta ahora, siguen mandando y es previsible que lo hagan mucho más en el porvenir determinados grupos de presión y contubernios mediáticos para los que sólo cabe desde el pasado 14-M de 2004 -tres años ya de oposición amotinada- una única directriz: Cuanto peor mejor. O, si lo prefieren, dime de qué se trata, que me opongo. La aspiración de esos conciliábulos no es otra que el definitivo control del Partido Popular, para lo cual, de momento, don Mariano Rajoy nada les estorba, pues probado está que su voluble talante y carencia de liderazgo se acomoda a los vientos que soplan de la derecha extrema, sazonados de cuando en cuando y con muy discreta voz por una cada vez menos creíble llamada al centro integrador. Si don Mariano ganara las elecciones, estupendo, esos grupos descansarían de su guerra y se sentirían incluso protagonistas de la victoria. Pero es más probable que si hasta ahora esa beligerante estrategia no ha tenido descanso es porque en su fuero interno lo que más barajan sus gestores, y puede que deseen, sea la previsible derrota del señor Rajoy en 2008. En ese caso, no cabe ninguna duda de que su apetencia de dominio se colmará con el retorno de don José María el de Las Azores, a quien vemos en la imagen que ilustra este comentario con un rostro tan demudado e inquietante como el de sus más acalorados fieles en la manifa de ayer. Con esas expectativas, créanme si les digo que como supuesto votante de centro desertaría del azanarato aunque sólo fuera por deducción
fisiognómica.
Por muy mal que lo estuviera haciendo el actual ejecutivo del señor Rodríguez Zapatero, que no es el caso, dejaría mi voto en blanco antes de ponerlo a disposición de quienes para oponerse a un gobierno democrático no son capaces de apear de las calles las enseñas de la dictadura como si otra vez fuera precisa su confección.

RedDiario

Artículo
EL RUIDO Y LA FURIA
(...) A lo largo de la historia, las posiciones conservadoras han gobernado siempre en España, excepto en tres momentos puntuales: la II República, la época de Felipe González y, ahora, la de Zapatero. Las dos primeras acabaron, como todos ya sabemos, en medio del ruido y de la furia (más en el primer caso que en el segundo, obviamente) y la tercera se está desarrollando toda ella sometida a esos dos condicionantes.
Así que no se trata de una frustración puntual. Ni siquiera de una estrategia, como también sostienen algunos, dirigida a erosionar a un Gobierno al que consideran débil, aparte de ilegítimo e impostor (para ser una frustración duraría ya demasiado tiempo, y como estrategia sería un grave error, puesto que hasta la derecha sabe que la moderación política es la que gana las elecciones). Entonces, ¿de qué se trata?
En El ruido y la furia, la célebre novela que escribió a partir de la frase de Shakespeare, William Faulkner relata la decadencia de una familia aristocrática rural del sur de los Estados Unidos, los Compson, que ve cómo su poder, vinculado a la propiedad de la tierra, se desmorona con la pérdida de ésta a raíz de las nuevas leyes liberalistas y de la abolición de la esclavitud tras la Guerra de Secesión. El relato, contado por tres personajes, más la propia voz del autor, constituye una radiografía de la degradación moral y humana a que conduce a algunas personas la negativa a aceptar la realidad, bien sea porque el orgullo les ciega la inteligencia, bien sea porque la furia que les provoca la pérdida del poder les incapacita para pensar, convirtiéndoles en unos idiotas que confunden su furia con la verdad. La rabia anula los pensamientos; las palabras -dice Faulkner- ya no responden a la conciencia, sino al ruido, al caos que se establece en el cerebro de unos personajes desbordados por el descubrimiento de que las viejas estructuras tradicionales que conocieron y disfrutaron se desmoronan y de que la propiedad de la tierra, que da el poder, ya no es un derecho exclusivo suyo, sino de todos, incluidos los criados y los antiguos esclavos negros. La reacción a ello será distinta, desde la autodestrucción al enfrentamiento, según cada personaje, pero todas llenarán de ruido y furia la convivencia de la familia y sus relaciones con los demás, a quienes ven como los culpables de su desdicha; esto es, como sus enemigos, usurpadores de una tierra que era suya y de un poder que les pertenece. Que continúa perteneciéndoles, puesto que el poder está -piensan- por encima de las leyes de los hombres.
(...)
Julio Llamazares, El País.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

la bandera nacional con el águila de San Juan no es legal; que detengan, pues, a quiénes la llevan y si la Policía no quiere o no se atreve a hacerlo, pidanse responsabilidades a quiénes las tienen. El votante de centro es moderado por naturaleza. Si diez millones de votantes tuvo el PP cabe mejor suponer que son de centro, que del "aguila de San Juan". En cuanto al Señor Aznar, de un tiempo a esta parte estoy mejorando la opinión que tenía de él cuando gobernaba, que por cierto no era nada buena. Algo tendrá la pega cuando hablan tanto de ella. Ya sé que molestan las manifestaciones, si son del PP; las del PNV, en cambio, ya no molestan tanto. No obstante, la calle no es sólo del PSOE, del PNV o de Batasuna.

Anónimo dijo...

No puede ser nacional una bandera no legal, en principio. Un partido que la acoge se equipara a una formación ilegal y es a ese partido a quien corresponde no parecerse a Batasuna, por ejemplo. La calle sólo puede ser de quienes respetan la legalidad como el PSOE y el PNV, en efecto. Siempre que se habla de Aznar es porque denota graves perturbaciones mentales o ideológicas impropias de un ex presidente del gobierno. El rosario de citas sería muy largo. Un saludo, amigo Nacho, desde un país que sabe lo que es el ruido y la furia.

Anónimo dijo...

El otro día los directivos de dos equipos de fútbol rivales "calentaron" el partido con denuestos y descalificaciones. Despúes hubo de ser suspendido por la agresión a un entrenador. Al PP lo están calentando y el PP está calentando a sus aficionados. Hoy han asaltado una sede del PSOE en Alcalá de Henares. Ojo, señores del PP, que este país está muy harto de que le calienten.

Anónimo dijo...

El PP, de gobernar, hubiera hecho lo mismo que el PSOE y el cinismo que está demostrando lo va a pagar caro en las urnas, y si no al tiempo, porque no se puede utilizar unos argumentos tan hipócritas en contra de ZP.

Anónimo dijo...

En el PP hay quien defiende esa bandera y con mucha honra porque para el PP el franquismo fue un periodo de la historia de España, ¿o no?

Anónimo dijo...

Supongamos que una supuesta asociacion de "ciudadanos antifascistas" convoca una manifestación a la que se adhiere el PSOE y supongamos que en ella aparece la llamada bandera republicana porque la llevan cuatro señores. ¿De quien sería la culpa, sino de esos cuatro señores? ¿Aseguraria alguien que la culpa la tiene el PSOE, que ni organizó la manifestación ni puede impedir que alguien lleve a ella lo que desea? ¿Acaso el PSOE es la Policía? Por otro lado ¿qué tal sentaría a los que portaran la citada enseña que alguien la llamara "la nazarena" o la "cuaresmal" por su clerical color morado? No se puede echar la culpa a quien no la tiene, porque los argumentos se vuelven en contra de quien lo hace. En democracia, señores, los derechos indivisuales no pueden ser allanados más que si se comete delito y si quiénes llevaron la bandera del águila de San Juan cometieron delito, deberían haber sido detenidos por la Policía, que depende del Gobierno. Un saludo muy cordial, D. Artemio, y un abrazo entrañable a su bello país.

Anónimo dijo...

Y todos los días asaltan bancos, sedes y autobuses en el País Vasco. ¡Ojo que esto también calienta, y mucho¡ Y no precisamente al PP, sino al pueblo español que, al revés que otros pueblos, cuando se calienta, quema. Lo que ocurre en el futbol es una muestra.

Anónimo dijo...

Bajo la bandera republicana, amigo Nacho, pudieron acogerse todos los partidos políticos para ejercer la democracia, incluidos aquellos que luego impondrían el partido único del franquismo, bajo cuya bandera no hubo democracia alguna. Ésa es la diferencia entre una y otra, señor mío.

Anónimo dijo...

Convengo con usted en que existen diferencias; pero mi comentario no iba por ahí; se refería a que la bandera republicana es tan ilegal como la otra y que la Ley es igual para todos.

Anónimo dijo...

Se equivoca. Esa bandera identifica a los partidos republicanos legales que hay en España, que la lucen en sus actos porque como opción política democrática están dentro de la ley.

Anónimo dijo...

Puede ser, pero no es nuestra bandera nacional. De lo contrario, seríamos el primer país del mundo que tuviéramos dos banderas nacionales. De todos modos, si llevarla no es delito tampoco creo que llevar la otra lo sea. Y si no lo es, cada uno puede llevar a una manifestación la bandera que desee ¿no?manifestación lo bandera que desea ¿no?

Anónimo dijo...

Naturalmente, cada cual puede llevar la bandera que guste, pero todos sabemos que las banderas son símbolos. Yo preferiría identificarme con símbolos democráticos antes que con símbolos dictatoriales, como supongo le pasará al Partido Popular, que es a lo que íbamos, que debería desecharlos en sus manifestaciones. Un saludo.

Anónimo dijo...

Al partido popular, según puede verse en cualquier foto de todas las manifestaciones a las que asiste, le gusta la bandera de España y el himno de España y en eso exactamente coincide conmigo, que también me gusta. Claro que en sus manifestaciones se mezclan personas nostálgicas de la dictadura, pero si se procediera a echarlas sería mucho peor el remedio que la enfermedad. En cualquier caso, sugerir que el PP apadrina la extrema derecha por haber descubierto alguna bandera pre-constitucional me parece a mí poco imparcial y evidentemente exagerado. Por eso he puesto el ejemplo anterior: estaba seguro de que haría pensar. Gracias por su atención.

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