jueves, 15 de marzo de 2007

El Papa llama a los obispos a la lucha ideológica

Celestina Tenerías

Por si por aquí y por allá -me refiero a Iberoamérica- no estuviéramos suficientemente abastecidos de combativos monseñores empeñados en añejas cruzadas, Su Santidad Benedicto XVI ha tenido a bien romper su inicial cautela en los asuntos vaticanos y llamar a los obispos a la lucha ideológica, tal como nos han alertado los medios a través de significativos titulares. Don Jaime Richart no se ha resistido a comentar tan manifiesta y rancia consigna del romano pontífice y se pregunta en su artículo ¿Acaso caduca el pensamiento? si de verdad cree Benedicto XVI que hay en pensamiento puro uno superior a otro, porque si el pensamiento (proceso de las circunvoluciones del cerebelo) es inconmensurable, es decir no puede medirse, ni tiene un principio de partida ni una meta final, tan válido es el que empieza a registrarse como tal en sus orígenes como el estampado ayer en la última Instrucción religiosa, en el último ensayo filosófico o en el último predicamento intelectivo. Y si es así, no hay logos, razón, que pueda imponerse con mayor fundamento sobre las demás por mucha protesta de nobleza que se desee adjudicar a un raciocinio negándoselo a otro. Pues éste es el propósito obstinado de la Iglesia de Benedicto y de los sátrapas materiales y espirituales de todos los tiempos. Mi estimado Richart parte del principio elemental en que ha de basarse la felicidad humana, que no es otro que el ejercicio de la libertad en comportamiento y pensamiento, bajo la incontestable premisa universal de no hacer al otro lo que no quieras para ti. ¿Qué fundamento tiene entonces -se pregunta don Jaime- arrogarse la responsabilidad de implantar a la fuerza, aunque sea moral, una doctrina a la postre mental o intelectiva elaborada por un Papa o por cientos en conciliábulos sucesivos? ¿Qué sentido tiene hoy, fechas en que Benedicto XVI distingue la superioridad del pensamiento antiguo y el postmoderno sobre el de la modernidad, tratar de instalar o reinstaurar una doctrina revisada o no, cuando la pulpa, al menos en Occidente y para Occidente, está en lo que llaman Nuevo Testamento; es decir, en las sublimes y asequibles enseñanzas de su Cristo? ¿A quién convencerá hoy día Benedicto de que lo que diga él u otros, en cuestiones personales y sociales, es más importante y certero que lo que uno discierna por sí mismo? ¿Quién inventó que, en asuntos elementales y primordiales sobre la vida y la muerte propias, precisemos de tutores?

Breviario

LEONARDO BOFF OPINA SOBRE LA CONDENA A SOBRINO
Opiniones del teólogo ex franciscano Leonardo Boff, también castigado en su día por El Vaticano (1985), como el jesuita español Jon Sobrino recientemente: Jon Sobrino es uno de los teólogos más serios, más evangélicos, diría que es uno de los teólogos personalmente más santos que tenemos. Por eso, la condena en su contra tiene una gravedad especial. Defrauda mucho a los pobres, porque Sobrino fue siempre un aliado de los pobres. Es malo para la Iglesia que condene a personas del talante espiritual de Jon Sobrino.
DdA

RedDiario

Documentos
NOTIFICACION DEL VATICANO SOBRE EL CASO SOBRINO
La Congregación para la Doctrina de la Fe hizo pública ayer una Notificación sobre algunas obras del padre Jon Sobrino, en las que se han encontrado diversas proposiciones erróneas o peligrosas que pueden causar daño a los fieles. Algunas reflexiones sobre las obras en cuestión.
Atrio.

Artículo
CONFLICTO ENTRE EL VATICANO Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Coincido plenamente en que tal Cristología que ve a Jesús en el necesitado y excluido es muy relevante y creíble para el mundo de hoy, y particularmente para América Latina en que se verifican grandes masas de pobres y creyentes que claman por una vida digna y buena. Ante esta realidad no podemos callar. Tampoco los teólogos que han de dar cuenta de nuestra Fe hoy en un mundo excluyente e injusto en variados aspectos.
José Aldunate Lyon, teólogo y jesuita chileno, Crónica Digital.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso son dos iglesias, no una, pero sin embargo todo queda en condenas, suspensiones y expulsiones.

Anónimo dijo...

Yo creo que esas sos iglesias se necesitan y por eso la una no rompe con la otra, los casos de teólogos de la liberación siguen siendo una excepción que en unos casos El Vaticano tolera y en otros reprime. ¿Se irá Sobrino de la iglesia como se fue Boff?

Anónimo dijo...

¿cuántos Papas nos quedan según Nosdtradamus?

Anónimo dijo...

Dogmatizar, no evangelizar.

Anónimo dijo...

El tema eclesiástico nada tiene que ver con la Filosofía, pues ésta se apoya en la razón y la Iglesia en la Fe. Nada debería tener en común tampoco con la política, pues ésta pertenece al César y hay que dar a César lo que es de César. Por eso se equivoca el Papa cuando juega a hacer política y se equivocan los políticos cuando enjuician la labor del Papa. Les voy a decir a ustedes mi postura personal al respecto: Ni hago caso al Papa cuando se mete en política, ni hago caso a los políticos -y menos a los filósofos - cuando consideran este tema, pues o una de dos: O es un poder político, en cuyo caso no cabe hablar de Evangelio, ni de Fe, ni de otras cosas, o es "Madre y Maestra", en cuyo caso sobra cualquier argumento político para juzgarla. En cualquier caso, la cuestión es complicada.

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