Celestina Tenerías
Yo no sé si el curioso lector recuerda la arrogancia del entonces señor Presidente del Gobierno y la inopia de su portavoz respecto al llamado Decretazo y la huelga general con la que los sindicatos lo contestaron. Don José María Aznar manifestaba entonces que si se había recurrido al uso del decreto-ley, reservado a los casos de urgencia, fue por razones de responsabilidad política ineludible. En cuanto a su vocero en La Moncloa, don Pío Cabanillas, la tal huelga nunca existió: no ha habido huelga general, consta que dijo. Pues bien, el Tribunal Constitucional acaba de declarar inconstitucional aquella reforma laboral de hace un lustro por no estimar justificada la urgencia que alegó el Gobierno para aprobar tal norma. El Tribunal estima así los recursos contra este decreto, aprobado con don Juan Carlos Aparicio como ministro de Trabajo, que presentaron entonces la Junta de Andalucía y diputados de los grupos del PSOE, IU y Mixto en el Congreso. Según fuentes del Constitucional, es la primera vez que este tribunal anula un decreto ley por no estimar justificada la urgencia y extraordinaria necesidad de legislar en esta materia alegadas por un Gobierno. Millones de personas renunciaron el 20-J de 2002 a un día de su salario, que hoy alcanza su sentido para vergüenza de quienes se basaron en la responsabilidad política para cometer semejante chapuza, en contra -según el citado Tribunal- del valor trascendente del diálogo social en nuestro Estado social y democrático de Derecho.
5 comentarios:
Los Deretos-Leyes justificados en razón de urgencia que lesionan preceptos constitucionales son anulables -que no nulos de pleno derecho, ¡ojo¡- en cuanto se demuestra que no hay razón para la urgencia. El Tribunal ha apreciado que no existía urgencia y por eso ha anulado el Decreto. De acuerdo. Pero hasta la anulación del mismo, el citado Decreto era tan legal como cualquiera, pues como digo no fue nulo de pleno derecho.
Que a perro flaco (PP) todos son pulgas...Ni una a derechas y eso que es los suyo.
CHAPPUZA
¿Qué se podía esperar de ese gobierno de la segunda legislatura del PP? Era un gobierno de extrema derecha que en ese decretazo atentaba contra los derechos de los parados. Una vergüenza. Ahora el TC dice que era inconstitucional. Y además una vergüenza, una agresión a los trabajadores más indefensos. La auténtica cara del PP.
No es lícito ocultar los errores propios con la enumeración de los errores ajenos, aunque estemos en época electoral. Ni es de recibo admitir que un gobierno en su día votado por un gran número de españoles es de extrema derecha, ya que a ésta también se la podía haber elegido y no se hizo. La izquierda ha de acostumbrarse a que la devuelvan sus propios argumentos y a que la gente de derechas no siente ningún complejo por serlo.
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