Víctor Manuel y su canción a Franco

Melibea

A los años en que Víctor Manuel cantó a Franco había adolescentes en su tierra que lo combatían. También era críos como el cantante asturiano. A diferencia de Víctor, sí sabían lo que hacían. No les gustaba el país heredado y procuraban cambiarlo en la precaria medida de sus disponibilidades y las del entorno y sus circunstancias: voces, palabras, actos. Compartimos con el cantautor de Mieres aquel paisaje oscuro y neblinoso de las conflictivas cuencas mineras asturianas, donde era muy difícil ser indiferente o pecar de ignorancia. Sería tanto como carecer de todos los sentidos. Es de valorar, pese a lo tardío, el reconocimiento del hijo del ferroviario y el nieto del minero por prestarse a cantar al dictador. Víctor Manuel sabe que llevaba dentro esa deuda con el compromiso político que adoptó más tarde desde la izquierda. Nadie reclama coherencia ideológica a una carrera artística iniciada tan tempranamente y que discurriría en España entre dos historias. Hubiera sido preferible, sin embargo, ya que el cantante ha decidido por fin sincerarse con ese pasaje de su biografía, que a su confesión no la afectase tan pobre y simple disculpa. A esa edad, y en su ámbito de crianza, era improbable esa inconsciencia a la que el cantautor recurre como excusa. Más creíble habría sido decir que ésa era la tasa más fácil a pagar en ese tiempo por apetecer el medro de un modo raudo y provechoso.