Melibea
Saturados estamos de la gran repercusión mediática que está teniendo la huelga de hambre del terrorista Iñaki de Juana. Hasta un respetable periódico de prestigio internacional se permitió la exclusiva de ofrecer a sus lectores una imagen de notable formato en la que el etarra se muestra como víctima de la intransigencia del Estado español. Merced a esa fotografía, el abertzalismo batasuno no tardó en llenar los muros de Euskadi con la seña icónica de su depauperado gudari. No haría lo mismo el diario The Times por los presos saharauis en huelga de hambre por razones más trascendentes y sin embargo mucho más olvidadas. Hoy no hay apenas rastro de noticia de la concentración que ayer tuvo lugar en Madrid, ante la embajada de Marruecos, para denunciar la situación en que se hallan los presos políticos saharauis, cuarenta de los cuales se encuentra como el Iñaki, sólo que sin haber matado a nadie, de verdad y sin apaño de nutrientes, desde el pasado 30 de enero, según información facilitada por el delegado del Frente Polisario Brahim Gali a la agencia EFE. En opinión de Gali, las autoridades marroquíes impiden que las reivindicaciones de los presos políticos se hagan públicas con lo que no se ayuda en nada a los esfuerzos de la comunidad internacional por conseguir la paz en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. El embajador de la República Árabe Saharaui Democrática se refiere a esa silenciamiento, a pesar de las denuncias de Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el último informe del Alto Comisionado de los Derechos Humanos: Ese último informe de una comisión del Alto Comisionado de los Derechos Humanos –que visitó el territorio en mayo y junio de 2006– lo ha denunciado, aunque tímidamente porque no publicaron el informe elaborado por esta comisión, pese a que fue solicitado por el propio Secretario General de las Naciones Unidas. Francia amenazó con su opción de veto en el Consejo de Seguridad en el caso de que se publicara ese informe que relata las sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos. Y en la comunidad internacional, efectivamente, hay un silencio cómplice, lo he manifestado y miran a otro lado porque los medios, las televisiones no están sacando fotografías o imágenes de esa agresión, no hay sangre ahora mismo en los territorios ocupados y el Polisario, los saharauis no hemos recurrido a actos violentos o actos de terrorismo. Somos un pueblo que lucha pacíficamente, hemos luchado militarmente, pero ahora mismo buscamos una solución pacífica y seguiremos insistiendo, seguiremos haciendo llamamientos a la comunidad internacional, a las conciencias de las diferentes personas sensibles al derecho internacional, el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y sensibles a las violaciones de los Derechos Humanos. Continuaremos en este camino, hasta llegar a los objetivos de la autodeterminación y la independencia. Yo estoy seguro de que llegaremos, es una cuestión de tiempo.
Lo que cabe preguntarse, ante lo aquí glosado con toda intención comparativa, es por qué se da más cobertura mediática a un individuo con un historial de sangre del que no parece arrepentido, antes al contrario, que a un pueblo que desechó las armas para luchar en paz por sus derechos.
6 comentarios:
¿Acaso será, mi señora Melibea, porque damos mas valor a los gudaris vascos que a los pobres saharauis? ¿Porque respetamos a quien mata y se proclama superior al resto de ciudadanos y no a quien camina del lado de la razón y de la Justicia? Ya lo dijo Maquiavelo: "Es bueno que el pueblo ame al Príncipe, pero es infinitamente mejor que lo tema".
Y la prensa, que suele estar con el poder, amparado en la fuerza del dinero, deja a los que piden paz, tierra y justicia al pairo.
Estamos hechos a un mundo en la violencia es noticia por la violencia, de suerte que este mundo es violento porque hace de la violencia un objetivo infromativo.
El papel más vergonzoso de todos es el del gobierno español, el actual y los precedentes.
Palestina y el Sahara son problemas similares, el de Palestina si se soluciona será porque a la violencia han opuesto violencia, de lo contrario Israel ya habría cantado victoria.
Este mundo no entiende de paz. Sólo hay que verlo.
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