jueves, 15 de febrero de 2007

El imperio del consumo según Galeano

Melibea

Leo uno de los últimos artículos publicados de mi admirado don Eduardo Galeano y me entero de que un país como los Estados Unidos, con ínfulas de dueño y señor del planeta, consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el universo mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente. Esto, teniendo en cuenta las actuales ambiciones de poder imperial que mueven a la Casa Blanca y que USA apenas suma el cinco por ciento de la población del planeta, es como para temblar. El escritor uruguayo se refiere en El imperio del consumo a sus nefastos efectos, a punto de convertir la tierra donde respiramos cada vez peor en un gran shopping center, sin que exista naturaleza capaz de alimentarlo, donde la injusticia social no es un error a corregir, ni un defecto a superar, sino una necesidad esencial. Dice además don Eduardo: El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica. La prueba está en USA como país modelo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El planeta tiene fiebre, los hombres que lo consumen están llenos de grasa y hay una marea humanana que se muere de hambre...¿Por dónde estallará?

Anónimo dijo...

Un artículo magnífico como todos los suyos.

Anónimo dijo...

Eso que usted tan bien refleja ocurre cuando el ser humano está persuadido de que fuera de esta vida, no hay nada más. Entonces ¿quien podrá convencerle para que no disfrute de ella a tope? De todos modos, y dado el consumo de fármacos, no parece que así sea feliz. Es para pensar un poco, ¿no cree?

Anónimo dijo...

La vida sólo tiene como tope para disfrutarla lo que no es vida. Y no lo es todo aquello que se contrapone a la naturaleza racional del ser humano y vaya en detrimento de la naturaleza de la que el hobre se abastece. Explotar al hombre y/o a la naturaleza a travéss del consumo y su consumación es abocar al suicidio a uno y a otra.

Unknown dijo...

que tipo de Sociedad se ubica el texto?

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