viernes, 1 de diciembre de 2006

Las nerviosas consecuencias del robo de las pistolas

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Félix Población

A raíz del robo por parte de ETA en Nimes de varios cientos de pistolas, el señor Presidente del Gobierno fue muy taxativo: si se certifica, dijo, tendrá consecuencias. Desde ese día todo el mundo empezó a especular sobre el carácter de las mismas, más que nada porque el propio Gobierno ha venido manteniendo que el proceso de negociación con la banda terrorista pasa por momentos difíciles.

Acabamos de tener constancia de lo advertido por ZP. Al menos de lo que cabe tenerla, pues es de suponer que hay otros aspectos que por afectar al propio proceso negociador y al entramado de seguridad del Estado nos son y han de ser desconocidos. La detención de tres presuntos etarras en el vecino país comporta una respuesta de fuerza por parte de Gobierno español, en la que quizá el propio ansia de réplica de éste a los últimas acciones chantajistas de ETA ha impedido una más efectiva y completa operación policial.

Eso es al menos lo que se desprende de lo que publican hoy algunos medios confidenciales. Hubo primero una filtración de una agencia informativa que puso en antecedentes a los periodistas. Después, la señora vicepresidenta se fue de la lengua en el Congreso al participarle a don Ángel Acebes que las fuerzas policiales se encontraban en estado de máxima alerta. Acto seguido, el señor ministro del Interior hubo de desmentir la inminencia del operativo ante las preguntas de los informadores, para pasar de inmediato a ordenarlo sin dilación en previsión de que su trascendencia pública lo malograse.

Como consecuencia de todo ello, el resultado del dispositivo ha sido al parecer menor de lo esperado. Todo parece indicar que el Gobierno se ha dejado llevar por una precipitación que quizá responda a un estado real de inquietud ante una fase sumamente delicada en el proceso negociador. Si a ello añadimos la abusiva presión de una oposición que insiste en la ruptura del mismo y el ascenso en las encuestas de intención de voto del Partido Popular, cabe convenir que la actual es la peor fase por la que pasa el ejecutivo de ZP en estos dos años largos de legislatura.

Sería deseable que frente una oposición cerril e insolidaria ante la posibilidad de acabar con ETA mediante el diálogo y una banda empeñada en forzarlo a base de previsibles rearmes y violencia callejera, el Gobierno no perdiera los nervios y diera más sensación de transparencia, firmeza y seguridad en su proyecto antiterrorista. Preocúpese por lo tanto de dar fin al matonismo mediante la palabra, sin contrapartidas políticas de ninguna clase para quienes han usado la pistola para sus reivindicaciones, y deje de azorarse por las encuestas, los votos y la insensata estrategia de sus adversarios políticos.

RedDiario

Artículo
FALTOS DE COBIJO Y DE CONTACTO
(...) Nadie pretende que los procesos de negociación se radien; nadie está preguntando dónde se reúnen los negociadores; nadie solicita la transcripción de los tanteos, charlas o conversaciones entre unos y otros. Pero una cosa es mantener la discreción y otra dejar a los ciudadanos faltos de cobijo, de comunicación y de contacto. La realidad es que, lo quiera o no el Gobierno, se está hablando continuamente del proceso de paz y que el PSOE no es capaz de impedir que los populares le arrastren una y otra vez a ese terreno, con todo tipo de provocaciones. Quizás sea el momento de hacer frente a ese problema, y al consiguiente desconcierto de los ciudadanos, con una declaración ante el Parlamento que permita introducir un poco de serenidad informada.

¿Acaso el Gobierno espera, como dice Josu Jon Imaz, a saber si los etarras aceptan o no abandonar su papel como tutores de los acuerdos políticos? Aunque así fuera, el Gobierno no necesita esperar a saber lo que decide ETA para volver a conectar con los ciudadanos. (¿Cuánto tiempo sería necesario? ¿varias semanas, meses?). Nadie espera que dé soluciones ("No conozco fórmulas sencillas para resolver problemas complejos", dijo el mismo conde de Romanones con cuyo retrato tropezó Mariano Rajoy el otro día). Pero sí, que dé seguridades respecto a su propia hoja de ruta. Se trata de que los ciudadanos "visualicemos" en qué momento estamos, y no a través de un vídeo, sino de una comparecencia parlamentaria. Y, de paso, se trata de obligar también al PP a que deje claro, ante el Congreso, si su estrategia de no colaboración con el Gobierno legítimo de este país es, simplemente, una detestable estrategia electoral para su vuelta al poder.

Soledad Gallego Díaz, diario El País.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Del éxito o fracaso de esta negociación van a depender muchas cosas. Pero rediucir la actualidad política a eso durante ocho meses me parece que esa dar excesiva importancia a una banda de asesinos.

Anónimo dijo...

No me puedo imaginar a ETA volviendo a las andadas, pero todo puede suceder si advierte la debilidad en la otra parte.

Anónimo dijo...

Una persona tan inteligente como tu es imposible que se crea la farsa que ha montado Zapatero con lo del diálogo y nadie que conozca a ETA se puede creer que están dispuestos a hablar a cambio de nada --autodeterminación, acercamiento de presos/indulto, Navarra y sur de Francia para ir empezando--, igualmente es injusto que califiques a la oposición de cerril cuando el PP no se ha movido de la Ley --firmada y consensuada en su momento con el PSOE-- y es el PSOE el que se ha salido del marco legal.

A tu análisis le puedes añadir la corrupción policial con sus chivatazos a ETA o la trama que ahora están deteniendo de traficantes de explosivos en la Policia.

Anónimo dijo...

# Anónimo, ETA sigue extorsionando, armándose, liándola en la calle... salvo asesinar no han parado sus actividades.

Anónimo dijo...

Si el PP se opone al diálogo con ETA debería basarlo en exponer las causas de su fracaso negociador con la banda en el 98, a fin de asesorar al gobierno al respecto, y no en renegar de esa negociación en la que Aznar llamó a ETA movimiento de liberación vasco.

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