miércoles, 1 de noviembre de 2006

Los Premios Príncipe de Asturias y los osos del Rey

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Celestina Tenerías

Leo en el diario El País de hoy un muy objetivo artículo firmado por don Jesús Mosterín, profesor de Investigación del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, acerca de las singulares actividades cinegéticas del Rey don Juan Carlos I de España en el extranjero. Titulado El dedo que aprieta el gatillo, sus últimos párrafos dicen así:

En octubre de 2006, Juan Carlos volvió a ir en avión especial nada menos que a Rusia a fin de abatir otro oso. El diario moscovita Kommersant ha publicado la carta del técnico responsable de la caza en la provincia rusa de Vólogda, donde había tenido lugar la presunta cacería, consistente en colocar delante del rey a un "bondadoso y alegre oso" del zoo local, llamado Mitrofán, transportado en una jaula y soltado para que el rey lo abatiese de un tiro, como así ocurrió, por lo que el técnico lamenta que con estas prácticas "se transforme la caza en una payasada sangrienta". La noticia de que el Rey de España había ido hasta Rusia en avión especial a matar a un oso drogado enseguida ha dado la vuelta al mundo. La Casa Real se ha limitado a poner en duda que el oso estuviera drogado, que es lo de menos. Estas cacerías de animales protegidos o en peligro no incrementan precisamente el prestigio del Monarca y seguro que en su misma familia gozan de limitada aceptación. Alguien debería aconsejar al Rey, por su propio bien, que de una vez por todas aparte el dedo del gatillo.

Cabe preguntarse por la opinión de la Reina doña Sofía, tan pertinaz vegetariana como reconocida melómana, así como por la del Príncipe de Asturias, ajeno por suerte a las borbónicas inclinaciones a la montería sustentadas por su padre y presentador modélico no hace mucho de una excelente serie de TVE en la que se abogaba por la defensa, respeto y concienciación de nuestra flora y fauna peninsulares. Tampoco estaría de más preguntarse si se pueden mantener con dignidad y coherencia unos Premios Príncipe de Asturias, que gozan de tanto prestigio internacional por su reconocimiento de la cultura, las artes, la investigación y los valores humanos y sociales, con las noticias que de vez en cuando nos llegan del exterior procedentes del agitado gatillo del máximo representante de la Corona de España.

2 comentarios:

Euphorbia dijo...

Sólo me faltaba oir esto.
Viva la III República!!!

Anónimo dijo...

Que viva, aunque los reyes no mataran osos borrachos.

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